Si el Castellón escogió en su día a Kiko Ramírez, fue por su fiabilidad para disputar play-off. Llegó a Castalia con un balance de tres en cuatro temporadas, que ha aumentado a cuatro en seis años. Además, como en sus dos recientes singladuras, Ramírez comparece en la final, aunque con una espina clavada que, aquí, tiene la posibilidad de desquitarse: su primer ascenso.

Las aventuras de Ramírez en las fases de ascenso han sido, cuanto menos, singulares. Y duras. La primera, en 2011, ya fue premonitoria. A los mandos del Pobla de Mafumet, venció en la ida de la primera ronda ante el Constància, pero fue extrañamente descalificado por hacer jugar a un jugador juvenil que había sido recalificado, después de haber estado ya jugando a sus órdenes, en el filial del Nàstic. Ramírez y los suyos llegaron a desplazarse a Inca para disputar el partido de vuelta mientras prosperaban sus alegaciones, pero se encontraron con el campo cerrado.

Al año siguiente, repitió con el conjunto tarraconense, volviendo a sufrir en sus carnes los inconvenientes de una filialidad. En plena promoción, Ramírez y sus chavales conocieron la imposibilidad de subir a Segunda B, categoría a la que había bajado el Nàstic. Con todo, fueron pasando rondas y dejaron en la cuneta a Laredo y Ejea para plantarse en la final, aunque fuera por orgullo y por ese carácter competitivo que Kiko impregna a sus equipos. Los penaltis impidieron redondear la faena contra el Yeclano.

Sin embargo, esa gran trayectoria en el Pobla de Mafumet le catapultó al Nàstic, aunque la experiencia no fue muy satisfactoria. Con todo, L’Hospitalet le encomendó, en la temporada 2013/2014, una misión similar a la de esta campaña. Metió a los ribereños en la fase de ascenso a Segunda A, cargándose primero al Cádiz y después a La Hoya Lorca. La final frente al Leganés estaba servida, pero no pudieron levantar el 1-0 de Butarque (1-1 en la vuelta). Otro ascenso que se le escapaba por muy poco.

FIABILIDAD // Ahora, Ramírez vive una nueva experiencia. Quitando esa increíble eliminación primera, el tarraconense ha llevado a tres equipos diferentes, en dos categorías distintas, a la última ronda por el ascenso. Fiabilidad máxima para Míster Finales. Falta, con todo, ese paso. El definitivo. El más importante: el ascenso. El domingo que viene, en La Bòbilà, será la tercera... y ya se sabe lo que dice el refrán al respecto. Pero, antes, aguarda Castalia. H