Las lágrimas han aparecido en La Bòbila de Gavà tras la eliminación en la tanda de penaltis (5-6) en el partido de vuelta de la Fase de Ascenso a Segunda División B, con el consiguiente ascenso de los catalanes. La plantilla, cuerpo técnico y directivos, asi como la afición, del CD Castellón enmudecieron tras caer desde el punto fatídico.

Uno de los más afectados ha sido el entrenador del conjunto albinegro, Kiko Ramírez, quien ha roto a llorar mientras analizaba el encuentro. "El fútbol le ha dado la espalda, una vez más, al Castellón", ha dicho entre sollozos.

Para el míster del CD Castellón, "el marcador ha sido injusto”. “Hemos tenido ocasiones para haber ganado el partido antes, sin necesidad de llegar ni a la prórroga ni a los penaltis”, ha indicado.

“En la segunda mitad hemos sido muy superiores y en la prórroga hemos gozado de suficientes oportunidades para lograr el pase”, ha añadido el tarraconense.

Sin duda, el momento más delicado ha sido cuando ha hablado de injusticia: “La suerte nos ha dado la espalda. Esto es un palo muy grande y estoy muy dolido”.

Y por descontado, Ramírez ha elogiado a la hinchada albinegra y a su incondicionalidad. “La afición se merecía el ascenso y no ha podido ser. Solo podemos pedirles disculpas, partiendo desde la base de que lo hemos dejado todo sobre el campo”.