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Kubo, que habla perfectamente español e, incluso, se defiende con el catalán que aprendió durante su estancia en las inferiores categorías del Barcelona, ofrecerá hoy su primera comparecencia pública, después de haber superado ayer los reconocimientos médicos y pruebas habituales previas a la llegada de un futbolista.

El Villarreal estaba en el sitio justo, en el momento oportuno. El desencuentro de Parejo con el propietario del Valencia, la precipitación de Lim por deshacerse del centrocampista internacional y el deseo de futbolista de 31 años de no mover su residencia y continuar viviendo en València, han hecho que se cruzaran los caminos y le llevaran a Vila-real. A su lado, Coquelin, otro centrocampista de una categoría incuestionable, que también había sido declarado transferible por el Valencia, ahogado por la disminución de su límite salarial y por las elevadas nóminas de varios de sus jugadores. El resultado es que Parejo llegaría con la carta de libertad, pero el club valencianista peleaba, según anunciaba la Cadena Ser de Valencia, por incluir bonus por objetivos de rendimiento individual que se abonarían a posteriori, además de liberarse de la ficha del capitán. Solo se pagaría un traspaso por Coquelin, que podría estar cuantificado en unos 12 millones de euros, cifra que no tiene carácter oficial.

El Villarreal tiene encarrilado el doble traspaso de ambos futbolistas y espera que puedan incorporarse en breve a los entrenamientos a las órdenes de Unai Emery, cuyo comienzo se prevé para mañana miércoles en Miralcamp. H