Durante una ciega pasada temporada 2018/2019 resumida en un par de partidos en la Premier League —ante el Burnley y el Cardiff—, un encuentro de la FA Cup —contra el Wolverhampton Wanderers—, otro de la Copa de la Liga —con el Chelsea como rival— y ocho minutos en la Europa League —en casa frente al Estrella Roja—, Alberto Moreno tuvo claro más bien pronto que tarde que su futuro profesional pasaba por una salida del club de Anfield, con el que acababa contrato, y del fútbol inglés y mantuvo una idea fija en la cabeza: «Volver a España». «Cuando empecé a plantearme dejar el Liverpool, regresar a mi país fue siempre la primera opción, aunque no tuviera demasiado claro a qué destino», confiesa el lateral izquierdo del Villarreal, que desde el pasado mes de enero, cuando tuvo vía libre para negociar un nuevo contrato fuera de los Reds, empezó a tener claras sus preferencias: «Elegiríamos la oferta que tanto mi familia como yo consideráramos que era la mejor».

El Villarreal fue el que consiguió llevarse al defensa sevillano sin tener que pagar ninguna cantidad de traspaso, aunque extrañó que la entidad en la que se formó como futbolista, el Sevilla, ya con Monchi de nuevo al mando de la secretaría técnica, no decidiera pujar fuerte por el regreso de Alberto Moreno. Evidentemente, sí que hubo intento hispalense, como reconoce el propio jugador a Mediterráneo. «La oferta del Sevilla llegó, pero ya era tarde para ellos. En ese momento mi compromiso con el Villarreal ya era totalmente inquebrantable», recuerda el defensa groguet, que cerró sin dudarlo las puertas de la que había sido su casa —su única casa— hasta agosto del 2014, cuando decidió iniciar su aventura inglesa con apenas 22 años. «Desde que di el visto bueno al Villarreal estaba ilusionado con el proyecto y todo estaba ya encaminado para venir a vivir aquí», recalca el futbolista.