Por el camino más fácil le toca viajar a España en este Mundial, que ha asistido a la colosal caída del campeón. Con Alemania en su casa, el trono está vacío. Quedan 16 selecciones, repartidas en dos rutas hacia la final, que acogerá el moscovita estadio de Luznhiki el 15 de julio. Es el lado más amable y menos oscuro. En la otra ruta, los peligros son mucho más visibles porque están reunidos los grandes jerarcas del planeta, excepto la despedida Alemania y la ausente Italia, además de los tres inquilinos del último podio del Balón de Oro: Cristiano, Messi y Neymar.

El gol de Iago Aspas a Marruecos en el tiempo añadido tiene ahora un valor mucho más grande. Ese gol colocó a España en el primer puesto, a pesar del irregular rendimiento que ha trazado su fútbol, permitiéndole esquivar las curvas que se asoman por el lado tenebroso del cuadro.

DIEZ mundiales A DOS / Bélgica, con su victoria sobre Inglaterra (0-1), ha elegido ese camino más duro. Es el cuadro de la muerte. Diez mundiales a un lado; dos en el otro (España e Inglaterra).Un cuadro que marca, de nuevo, el aplastante dominio de la vieja Europa sobre el fútbol suramericano. 10 de las 16 clasificadas habitan en el continente, mientras Brasil (cinco Mundiales), Argentina (dos), Uruguay (dos), México y Colombia aún resisten de pie ante esa hegemonía.

Japón, a pesar de su derrota con Polonia (0-1), se ha colado en tan selecta aristocracia gracias al Fair Play. Tenía los mismos puntos (4) que Senegal, pero al recibir menos tarjetas firma una histórica clasificación para los octavos.

No hay ni rastro del fútbol africano, a quien se espera desde hace años para que logre algo grande. Pero la espera se está haciendo interminable. Las cinco selecciones (Senegal, Marruecos, Egipto, Túnez y Nigeria) ya están de vuelta a casa, pese a que alguna ha dejado un perfume de buen fútbol en su breve paso por Rusia.

SENCILLO PARA BRASIL / La selección de Hierro, por muy mala imagen que haya transmitido en sus tres primeros encuentros, se asoma a un escenario que ni imaginaba. Al otro lado del Mundial verá cómo se pelearán Messi (Argentina) contra Griezmann (Francia) o Cristiano (Portugal) frente a Suárez y Cavani (Uruguay). Tras las dudas iniciales, y mientras Neymar sigue haciendo en pleno Mundial una pretemporada después de su lesión, Brasil lo tiene más sencillo. Al menos, en octavos, aunque México ha terminado segunda de un grupo donde Alemania fue la última.

«Mal haríamos en pensar si ya estamos en la final», advirtió Carvajal, alertando sobre el optimismo que desprende un cuadro asequible para la selección. Mal haría el equipo de Hierro en desperdiciar esta oportunidad, similar, por ejemplo, a la que tuvo la Portugal de Cristiano en la última Eurocopa. Los demás se iban peleando por otro lado, mientras los lusos, silenciosamente, se acercaron a París para conseguir su primer título tras salvar obstáculos como Islandia, Austria y Hungría (fase de grupos), Croacia (octavos), Polonia (cuartos), Gales (semifinal) y Francia (final).

UN ENEMIGO PELIGROSO / España lo tiene fácil. Si logra ser España. Rusia es el primer escalón de ese amable lado. Si se cumplen los pronósticos le aguardaría en cuartos la firme Croacia de Rakitic y Modric. Un enemigo peligroso que ha completado una primera fase sensacional: tres partidos, tres victorias, nueve puntos, siete goles a favor y uno en contra.

Pero nada más peligroso resulta ahora mismo que la desconcertante España, consciente de que si comete los mismos errores habrá desaprovechado una ocasión única para coserse la segunda estrella en el pecho.