El Villarreal-Atlético de Madrid que debía jugarse en Miami sigue en la picota. LaLiga acusó este miércoles de conducta desleal y obstruccionista a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y pidió una sanción para ésta durante el juicio por la disputa de un partido de Liga en Estados Unidos, en el que la segunda argumentó que esta pretensión "no es razonable y es contraria a toda normativa".

El juicio, celebrado en el juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, quedó visto para sentencia después de unas tres horas y media en las que las partes reiteraron la postura mantenida desde que LaLiga pretendió que el Girona-Barcelona de la temporada pasada se jugara en Miami y tras no conseguirlo intentó lo mismo esta campaña con el Villarreal-Atlético de Madrid, también sin éxito.

Además del choque por el partido fuera de España, que figura como posible en un contrato que LaLiga tiene con la compañía Relevent para potenciar su marca en Estados Unidos, las partes se acusaron de deslealtad también por la negociación que esta firma inició en septiembre de 2018 con la RFEF, y en la que, según ésta, quiso incluir como condición que aceptara el encuentro en Miami,

"No existe ninguna norma que prohíba la solicitud que hemos presentado. Pedimos que cese esa conducta obstaculizadora. La Federación está haciendo una instrumentalización, pretende diferenciar, Supercopa sí y Liga no. Concurre una deslealtad", sostuvo la defensora de LaLiga, María José López.

En sus conclusiones, la letrada de LaLiga señaló que la internacionalización que la RFEF otorga a la Supercopa está siendo negada para LaLiga en toda su dimensión y aludió al impacto que esta actitud tiene en los ingresos de los clubes.

"LaLiga opera en 88 países, es una necesidad imperiosa mantener el nivel de ingresos por derechos audiovisuales que supera el 40%. La Federación introdujo requisitos no contemplados en la norma. Actúa como juez y parte de forma desleal", insistió.

María José López también denunció "interferencias en el proceso de negociación" con su "propio socio en el proyecto de desarrollo de un partido de forma desleal", en alusión a las negociaciones con Relevent, después de las declaraciones del director de márketing Rubén Rivera, y el ejecutivo de la firma Boris Gartner.

"Se han prevalido de determinadas actuaciones. No estamos hablando del resultado porque las negociaciones se han roto pero es una actuación desleal que debe ser sancionada", sostuvo.

LA DEFENSA DE LA RFEF

En defensa de la RFEF, Tomás González Cueto pidió que se desestime la demanda; incidió en que la misma se refiere solo al Girona-Barcelona de la temporada pasada que fue desestimado "sin más por la renuncia del Barça" y que no hay nada respecto al Villarreal-Atlético, pese a la petición de medidas cautelares para que se jugara en Miami que rechazó este mismo juzgado.

"La pretensión de que se autorice no es razonable y es contraria a toda la normativa, no se cumplen los criterios que ha sentado FIFA en su reglamento, que se refiere a la protección de la integridad del fútbol. Si la FIFA entiende que su reglamento no avala la celebración de estos partidos es que entiende que está prohibido. El fútbol no es solo un producto comercial, sino un deporte con un régimen jurídico que debe ser respetado", apuntó.

El abogado de la RFEF apuntó que los partidos de LaLiga llegan a 10 millones de hogares en Estados Unidos, lo que supone solo el 8%, por lo que "el partido de Miami no puede tener toda la trascendencia de fiar toda la expansión de la liga en Estados Unidos". "Parece más bien un capricho, una prueba de fuerza, Laliga ha creado la necesidad de ese partido artificialmente", agregó.

También justificó la actuación de la RFEF en la negociación con la firma, "que duró del 18 de septiembre al 18 de octubre de 2018, pasó y quedó en nada".

"No debatimos sobre dos entidades que compiten en un mercado, por mucho que cambiemos el formato de una competición como la Supercopa. Laliga nos coloca a todos en una posición imposible, ha acusado a la RFEF de aprovecharse en sus previas negociaciones para tratar de negociar con la misma empresa para venderle algunos de sus activos. Hoy podemos comprobar quien contactó con quién, quién ofreció y quién quiso colar una autorización de un partido como parte de ese acuerdo", subrayó.

Su afirmación se produjo después de que el responsable de marketing de la REEF, Rubén Rivera testificara que la compañía Relevent contactó con la RFEF con interés sobre la selecciones masculina y femenina, la Supercopa y la final de la Copa del Rey y de que presentara "una oferta ridícula" económicamente, condicionada a la autorización para un partido de liga en Estados Unidos.

"Esta Federación va de cara. La Federación no ha sido desleal, Relevet y LaLiga a nuestro juicio sí", agregó el letrado de la RFEF que aseguró que la Supercopa española no se va a llevar a Estados Unidos.

Además de Rubén Rivera y Boris Gartner, de Relevent Sports, hoy testificaron el director de competiciones de Laliga, y Luis Gil, quien apuntó que en el reglamento de la FIFA "no hay prohibición" para que se jueguen en otro país partidos que deben disputarse "en casa y fuera", y el responsable de relaciones internacionales de la RFEF, Jorge Mowinchel.

Éste reafirmó el acuerdo del Consejo de la FIFA en octubre del año pasado sobre la prohibición de jugar partidos fuera del territorio y aludió a la postura en contra de la Federación Internacional cuando Inglaterra también lo contempló en 2008, mientras era candidata al Mundial de 2018.

El director del área internacional de la Liga, Óscar Mayo, dijo que "cuando la RFEF llamó a LaLiga para pedirle apoyo ante la celebración de la Supercopa de España en Tánger" le dijeron que el presidente de la RFEF le dijo al de LaLiga que aquello abría "la puerta para poder jugar partidos fuera", y el consultor de LaLiga Luis Borrell, autor de informe sobre el valor de los derechos audiovisuales de ésta completó las testificales de una vista tras la que la juez Ana María Aguado dictará sentencia.