La ascensión a Murgil ha vuelto a ser decisiva en el desenlace de una accidentada Clásica de San Sebastián. Julian Alaphilippe, ganador del tres etapas y de la clasificación de la montaña en el Tour (y desde ya uno de los grandes favoritos para el Mundial), ha aprovechado su punto de forma para imponerse en el boulevard donostiarra, batiendo al esprint a Bauke Mollema, tercero aquí el año pasado y el único capaz de seguir al francés en la subida. Anthony Roux ha completado el podio al imponerse en el grupo de perseguidores a Greg van Avermaet.

Para entonces la carrera ya había perdido a algunos de sus hombres fuertes, entre ellos Mikel Landa, que tuvo que ser trasladado al hospital en camilla y con collarín. "Tranquilos, estoy bien", ha dicho el ciclista alavés mientras era atendido, según ha informado su equipo. La caída se ha producido a 19 kilómetros de la meta, tras pasar el alto de Miracruz. Al corredor se le ha visto inmóvil en el suelo, sobre su costado, aparentemente dolorido de la espalda o la cadera.

Sin embargo, el peor parado ha sido Egan Bernal. El joven colombiano del equipo Sky se ha llevado un tremendo golpe en la cara y su equipo habla de "trauma facial grave". Un escáner deberá evaluar con detalle las lesiones que sufre el joven corredor, de 21 años, que ha perdido varios dientes y podría tener el maxilar roto. La gravedad ha sido tal que que se le ha puesto un vial ya en la carretera. España no se le da bien a Bernal, que en marzo perdió el podio de la Volta a Catalunya al sufrir otra caída en el circuito de Montjuïc.

Soler, renovado

La caída también ha dejado fuera de carrera a otros hombres importantes como Primoz Roglic, Gorka Izagirre, Tony y Gallopin. A 21 días del inicio de la Vuelta, el golpetazo de Landa son malas noticias para el Movistar, que había empezado la jornada anunciando la renovación por dos temporadas más de su joya, el catalán Marc Soler, que seguirá en el conjunto telefónico hasta el 2021.