Un rebufo puede proporcionar hasta siete décimas de mejora en una vuelta en Monza, una diferencia mucho mayor que la que existe entre los Ferrari o los Mercedes, o la que separa a los Renault, McLaren, Alfa Romeo… Así que toda la picaresca se puso en juego en el último intento de la Q-3 del Gran Premio de Italia. Nadie quería salir primero, el lío fue monumental hasta el punto de que solo Carlos Sainz y Charles Leclerc llegaron a tiempo para marcar tiempo en el última intento, lo que arrancó una sonrisa en la infantil cara de Leclerc en posesión del mejor tiempo, suficiente para atrapar la cuarta 'pole' de la temporada.

Leclerc, en boca de todos

Una semana después de anotarse el primer triunfo en F-1, Leclerc se asoma a la segunda victoria tras lograr la cuata pole del año. El joven talento de 21 años ya suma, en su primer año en Ferrari, tantas 'poles' como Fernando Alonso en cinco años en la Scuderia. Ahora se apresta a suceder al español como ganador con Ferrari en Monza, nueve años después. “Es absolutamente increíble sentir tanta gente apoyándome. Me hubiera gustado ganar la 'pole' sin tanto lío, pero una 'pole' es una 'pole'. El ritmo es mejor del que teníamos en Spa, así que tenemos posibilidades de ganar”, explicó el joven talento que arrancará en primera línea junto a Lewis Hamilton (Mercedes), por delante de la segunda línea formada por Valtteri Bottas (Mercedes) y Sebastian Vettel (Ferrari).

“Tengo que estar agradecido por estar en la primera linea porque mantenemos una oportunidad de ganar en carrera. La vuelta de lanzamiento fue arriesgada, el rebufo era importante, nos faltaba velocidad punta respecto a los Ferrari, así que es una muy buena posición”, señaló Hamilton, ante de ponerse más serio: “Seguiremos viendo situaciones así hasta que pase algo serio”. Lo cierto es que resultó peligrosa y en cierta manera absurda esa 'quali'. Ningún equipo quiso sacar a su piloto el primero. Todos aguantaron hasta el último segundo en el garaje. Salieron con el tiempo justo para cumplir la vuelta de lanzamiento antes de que el crono llegara a cero.

Una situación peligrosa

Pero Nico Hulkenberg, al frente de se pelotón, ralentizó el ritmo aún más, simuló una pasada de frenada en la primera curva para ir por la escapatoria. El caso es que el tiempo se acababa, y solo Carlos Sainz llegó a tiempo para hace un último intento, aunque solo, sin un rebufo para mejorar su crono. “Se está llegando a punto que es un poco ridículo, no es un buen espectáculo. Un rebufo te puede dar entre cinco y siete décimas. Yo había marcado un tiempo y preferí hacer una vuelta sin rebufo que no hacerla, cosa que no debieron pensar los demás”, afirmó el madrileño.

El caos de ese segundo intento dejó varios damnificados, el principal Vettel. “El rebufo supone mucho tiempo, supone cuatro o cinco décimas. Era mi turno de aprovechar un rebufo, pero no he llegado. No fue ideal y creo que internamente tenemos que revisarlo. No estoy contento. Mi primera vuelta fue solo, sin rebufo, y en el segundo intento hubiera sido mi turno de rebufo pero no lo he tenido”, se quejó. Ese rebufo en el segundo intento debería habérselo dado Leclerc. “Seb me lo dio a mí en el primer intento, y en el segundo me tocaba dárselo a él, pero con el caos no ha podido ser”, añadió el monegasco.