Después de sorprender al mundo la pasada temporada con su victoria en la Premier, el modesto Leicester, verdugo del Sevilla, confía en seguir haciendo historia en Europa, esta vez a costa del Atlético. El conjunto inglés, endeble y dubitativo en el campeonato doméstico pero rocoso en la Euriopa, parece haber recuperado, desde la marcha de Ranieri y la llegada de Craig Shakespeare, la solidez de antaño.

Pese a la fuerte inversión realizada en verano —Slimani, Nampalys Mendy, Zieler, Musa, Kapustka, Luis Hernández—, Shakespeare ha apostado por el 4-4-2 y por el mismo once que tantos éxitos dio a los Foxes, con la inclusión de Ndidi, llegado en enero, por Kanté.