Argentina se juega su permanencia en el Mundial ante una Croacia que dice no tenerle miedo. Un país entero espera el partido en la zozobra. Millones se encomiendan a sus santos predilectos, porque, desde que Messi falló su penal ante Islandia, algunos ya no creen tanto en Dios.

El seleccionador, Jorge Sampaoli, salió este miércoles en defensa de su estrella. «Cuando Messi hace un gol, lo gritamos todos y nos sentimos parte. Pero cuando no ganamos, le cargamos toda la responsabilidad. Es imposible que un solo jugador te permita cambiar realidades», dijo el pelado. Quiso arreglar la situación y no hizo más que contribuir al malestar en un país que siempre busca chivos expiatorios: «Es el mundial de 40 millones de personas, el penal lo erramos todos».

En estas horas de temores y otras amarguras (económicas, políticas), Messi debe traer la solución. Un sector de la prensa le exige «ser» con el seleccionado el mismo de Barcelona, «como Ronaldo es el del Real Madrid». Pero Argentina puede ser una piedra emocional en su botín.

En medio de esa situación, Leo espera su revancha junto con sus compañeros. Sampaoli espera que se defina el pase a la segunda ronda este jueves. Al parecer, el entrenador decidió limpiar del equipo a algunos jugadores históricos que no estuvieron a la altura de las circunstancias: Ángel di María es uno de ellos. También salen el zaguero Marcos Rojo y el medio Lucas Biglia, en principio.

La gran novedad tiene que ver con la entrada desde el primer minuto de Cristian Pavón, el atacante de Boca Junuiors a quien la prensa considera el «nuevo (Claudio) Caniggia», aquel socio fenomenal de Maradona en el ya lejano Mundial de Italia 90, y le asigna un futuro en Barcelona. El seleccionador, Sampaoli, asegura que «tiene un potencial enorme y es revulsivo a la hora de romper un partido», explicó.