El Levante, como en la primera vuelta de campeonato, volvió a remontarle dos goles al Deportivo para rescatar un punto en el estadio Abanca-Riazor (2-2) y dejarle en las posiciones de descenso.

Era un duelo de necesidad y urgencias para los dos equipos, un Deportivo que estaba en posiciones de descenso y un Levante que, si caía en Riazor, se situaría en esa misma zona de la clasificación a pesar de haber llegado a contar con un colchón de ocho puntos sobre esos puestos.

Los de Cristóbal realizaron una de las mejores primeras partes de la temporada. De hecho, llegaron al descanso con dos goles de ventaja gracias a un cabezazo de Adrián López y un mano a mano transformado por el rumano Florin Andone. Pero también, con una acción que marcó el transcurso del partido en la segunda mitad: la expulsión del costarricense Celso Borges, que propició la caída física del conjunto local en el segundo tiempo.

Tras la vuelta de vestuarios, los granotas reaccionaron y encontraron en Ivi el gol que llevan buscando desde el principio de temporada y durante este mercado de fichajes invernal.

El delantero madrileño se convirtió en el salvador del Levante con sendos disparos con rosca que dejaron al Deportivo sin el triunfo que le habría sacado del descenso y que habría metido en esas posiciones al Levante, que solo ha sumado una victoria en las 16 jornadas más recientes.