El equipo femenino del Alqueries tiene 12 años de vida, todos ellos con Ana Chiva defendiendo la camiseta arlequinada. La central y capitana del conjunto gualdiazul ha desarrollado toda su carrera en ese club. Comenzó a dar patadas a un balón a los 20 años y ha sido clave en el crecimiento del equipo desde la Segunda Regional a Liga Autonómica.

Los inicios fueron complicados. De hecho, Ana resalta que un día quedaron «11-1 en Vila-real» y celebraron ese gol «como si fuera lo máximo». Sin embargo, tres campañas después, el equipo ascendió a Primera Regional como campeón de grupo. De esa plantilla únicamente quedan actualmente la propia Ana Chiva y Sandra Esteve, amén del técnico.

El equipo dirigido por Rafa Font de Mora se asentó pronto en la nueva categoría y en el 2015 las arlequinadas consiguieron un nuevo ascenso, en este caso a Liga Autonómica. «En la última jornada dependíamos de que el Joventut no ganara. Sucedió y fuimos campeonas, aunque no pudimos subir», recuerda Ana.

La fuerza de una ilusión

Pero la entidad tuvo que renunciar al ascenso por cuestiones económicas, algo que frustró a las jugadoras, como señala Ana: «Celebramos el momento, pero en verano, aunque queríamos subir, el club nos comunicó que debíamos renunciar por motivos económicos». «Al final fue un chasco, tras el trabajo de una temporada, conseguirlo y tener que renunciar», agrega.

Pero las gladiadoras alquerienses no se dieron por vencidas y volvieron a ser campeonas dos años más tarde, para entonces sí consumar el ascenso: «Tras subir se gestionó todo bien para poder competir en Autonómica. El Ayuntamiento nos ayuda con los autobuses y pagamos cantidades inferiores en las cuotas».

La pasada campaña, el debut del Alqueries fue satisfactorio con una holgada salvación. En el actual curso el equipo se muestra «con altibajos». «Ante los equipos de arriba estamos sacando puntos, pero en duelos asequibles estamos fallando», lamenta. Eso sí, «la meta es ir a más y seguir creciendo», ambiciona Ana.