Lidón Muñoz se despidió de su primera participación en un Campeonato de Europa a lo grande, puesto que en la quinta y última jornada de la competición disputada en Copenhague destrozó su propio récord de España de los 50 libre. Si el pasado 26 de noviembre en Barcelona, durante la celebración del Campeonato de España, se hizo poseedora de la plusmarca nacional e hizo 24.52 segundos en las clasificatorias, ayer rebajó en nueve centésimas este registro, dejando la nueva marca en 24.43.

Una sensacional forma de bajar el telón en el Europeo de piscina corta, aunque este registro no le sirvió para colarse en la final, puesto que se quedó a 26 centésimas de la finlandesa Mimosa Jallow, que fue la que cerró la nómina de finalistas con un crono de 24.17 segundos. No obstante, la marca sirvió a la castellonense para ser la undécima de todas las participantes y poner así un brillante broche a su participación en Dinamarca.

Y es que Lidón Muñoz ha superado con nota este debut con la selección española a nivel absoluto y en una prueba de primer nivel internacional —sin contar los Juegos del Mediterráneo del 2013—, ya que ha terminado entre las 16 primeras en las tres pruebas que ha disputado, siendo incluso finalista en los 200 libre, en la que terminó octava, con un registro de 1.56.67 minutos, que significó su mejor marca personal en esta distancia.

También batió su registro personal en su debut en la competición el pasado jueves, cuando hizo 53.57 segundos en las eliminatorias matinales de los 100 libre, por lo que la castellonense ha mejorado marca en las tres distancias en las que ha tomado parte en este Europeo.

dos medallas para España / Sin Mireia Belmonte en liza en esta competición, las esperanzas de medalla para España recaían en Jessica Vall, compañera en el CN Sant Andreu de Lidón Muñoz. Y esta no decepcionó y en la jornada final logró su segunda medalla tras añadir al bronce que logró en los 100 braza, el oro que se colgó en los 200 braza.

Para ello, Vall tuvo que pulverizar el récord de España (2.19.80 minutos) que ella misma poseía desde el pasado 26 de noviembre y convertirse en la primera española en bajar de los 2.19, tras firmar un tiempo de 2.18.41.

Un registro, que permitió a la catalana, que ya sabía lo que era subirse al podio en piscina larga tanto en unos Mundiales, tras colgarse el bronce en 2015 en Kazan, como en unos Europeos, plata en 2016 en Londres, pisar por primera vez en su carrera lo más alto de un podio en una gran competición continental.

El objetivo inconfesado con el que Vall, que cumplió el pasado 22 de noviembre 29 años, acudió a la capital danesa, donde desde el primer momento demostró atravesar por un excepcional momento de forma.