El primer partido del FC Barcelona en el 2019 (en el Coliseo Alfonso Pérez de Getafe, a partir de las 20,45 horas) brinda hoy al equipo de Ernesto Valverde la oportunidad de proclamarse de manera matemática campeón de invierno (ese título honorífico que no sirve para nada) y, sobre todo, de aumentar la ventaja respecto a alguno de sus más inmediatos perseguidores. Líderes en solitario con 37 puntos, los azulgranas saltarán al césped horas después de que en el Sánchez Pizjuán haya concluido el choque entre el Sevilla (tercer clasificado, con 32 puntos) y el Atlético de Madrid (segundo, con 34), un duelo de cuyo resultado, sea el que sea, el Barça podrá hacer una lectura positiva.

La jornada de hoy puede, pues, determinar si esta Liga que está a punto de llegar al ecuador es cosa de dos o si serán más los equipos implicados en la pelea. Valverde no supo ayer muy bien qué decir cuando en el encuentro con la prensa previo al partido se le preguntó si prefería una cosa u otra. “No sé, no lo tengo claro, aunque si nosotros seguimos arriba no me importa cuántos aspiren a ganar el título”, comentó el 'Txingurri', que insistió en que el Real Madrid mantiene también sus opciones pese a la distancia de siete puntos que lo separa de la cabeza. “Sigo pensando que no hay que descartarlos en absoluto, por supuesto, porque quedan aún 21 jornadas y las distancias no son tan grandes. Dos partidos y medio es poca diferencia”.

UN EQUIPO INCÓMODO

Claro que para poder seguir mirando a los rivales desde arriba, el Barça debe resolver con victoria su visita al campo del Getafe de José Bordalás, un equipo duro como una piedra y correoso como un chicle de pulpo que aspira este año a los puestos europeos. “Es un equipo fuerte, que te aprieta mucho y bien, que te lanza la presión arriba con intensidad y convencimiento -apuntó Valverde-. No será nada fácil, porque te pelean todos los balones, especialmente los divididos, y juegan para que tú no estés cómodo ni puedas hacer tu fútbol”.

Los azulgranas deberán además hacer frente a la maldición que les persigue desde aquella ominosa derrota en Anoeta, el 4 de enero del 2015, que cambió el signo de la etapa Luis Enrique y acabó provocando la salida de Andoni Zubizarreta. Nunca desde entonces ha podido el Barça ganar el primer partido de un año natural: empató en el 2016 con el Espanyol en Cornellà-El Prat, cayó ante el Athletic de Valverde en partido de Copa en el 2017 y empató con el Celta en Balaídos en el 2018, también en un duelo copero.

MURILLO, EN LA CONVOCATORIA

Consciente del peligro de la cita y de la importancia de los tres puntos, el técnico azulgrana echará con toda seguridad mano de su equipo de gala para medirse al Getafe. La gran novedad en la lista de convocados es la inclusión del recién llegado Jeison Murillo, que tendrá ocasión de vestir por primera vez de azulgrana en partido oficial, aunque nada hace pensar que el central colombiano vaya a desplazar a Piqué o a Lenglet del once inicial. Vuelven también Sergi Roberto y Malcom, ambos con el alta médica. Y se queda fuera Munir, una circunstancia que probablemente se repetirá con frecuencia en la segunda mitad de la temporada después de que el hispanomarroquí haya comunicado al club que no piensa renovar su contrato para poder negociar libremente su futuro lejos del Camp Nou.

Quien sí figura en la expedición es Denis Suárez, que ha pedido al Barça que le abra la puerta si llega alguna oferta aceptable por él en el mercado de invierno. Al gallego le apetece probarse en la Premier y son varios los clubes ingleses que se han interesado por sus servicios, aunque el único que hasta ahora ha dado el paso en forma de oferta ha sido el West Ham. Denis fue precisamente el autor del gol que permitió a los azulgranas encauzar la remontada en su última visita al Coliseo Alfonso Pérez, en un partido muy complicado que se acabó resolviendo con un tanto de Paulinho y en el que Ousmane Dembélé se lesionó de gravedad. “Recordamos lo que nos costó ganar allí”, subrayó ayer Valverde.

EL FUTURO DEL TÉCNICO

Pero además del encuentro ante el Getafe, otro asunto acaparó la atención en la comparecencia del entrenador barcelonista: su propio futuro. Las palabras del 'Txingurri' en la entrevista navideña con Barça TV sembraron, dicen, de dudas al mundo culé, cuando Valverde no hizo otra cosa que recordar que hay tiempo, que tiene contrato y que el fútbol es muy cambiante pues todo depende de los resultados.

Así que cuando se le pidió que aclarara el sentido de sus declaraciones, volvió a ser cauto, preciso, sensato y profesional: “Tengo contrato con el Barça, de dos años más un tercero opcional. Y ni siquiera estamos en el ecuador de la segunda temporada. Así que ya nos emplazaremos más adelante para hablar de mi continuidad, pero hay, y siempre la ha habido, muy buena sintonía por las dos partes”. Y añadió: “Vosotros ya sabéis cómo van las cosas en el fútbol, no solo aquí. Ya sabéis cómo es la vida de los entrenadores. Si la cosa va bien, todo el mundo está contento y, cuando te pasas una semana sin ganar, como nos ha pasado a nosotros, ponen precio a tu cabeza”.