Hubo un tiempo en el que se conocía Klopp como el “perdedor de finales”. La victoria en la Champions la temporada pasada pareció dejar atrás un apodo que lo perseguía desde su etapa en Dortmund. Pero lo cierto es que la actuación ante el Monterrey recordó el Liverpool más gris y dudoso. Confió el técnico alemán en las segundas espadas, pero fueron los de siempre los que llevaron el equipo a la final del Mundial de Clubes en una semifinal demasiado sufrida (1-2).

El Rock n’Roll futbolístico de Klopp se quedó más bien en un blues lento. La primera línea de presión de los 'rayados' cortó la principal vía de creación del Liverpool, que con mucha posesión generó poco. Se echó de menos Henderson en la posición de interior, pieza clave para abrir balones a los extremos. El capitán inglés jugó reconvertido en central, debido a las bajas de Matip y Lovren, a las que se sumó la de última hora de Van Dijk, enfermo.

Lo mejor de los 'reds' surgió de las botas de Salah y los cortes de Keita. La asociación generó el primer gol al minuto 12, en uno de los pocos remates entre los tres palos. El guineano ha marcado en los tres últimos partidos que ha jugado y responde con autoridad a la ausencia de Fabinho, lesionado. Al gol del Liverpool respondió rápido el Monterrey, a la siguiente jugada, gracias al instinto de Funes, que aprovechó un despeje de Alisson. Los mejicanos fueron capaces de desdibujar la fluidez habitual del Liverpool y confiaron en ataque al galope de unos multiplicados Pabón y Gallardo.

Los 'rayados' incluso se vinieron arriba en fases del segundo tiempo, oliendo el gol y perdiendo el respeto a los campeones europeos. Salah estuvo demasiado solo. Klopp es poco propenso a las rotaciones y las segundas espadas del Liverpool, Shaqiri y Origi, hicieron un mal partido pagando quizás los pocos minutos en la liga. El alemán esperó mucho en mover el banquillo. Y los de siempre decidieron. Jugada de Salah, centrada de Alexander-Arnold y gol de Firmino al minuto 91, nada extraño ya en la temporada impoluta del Liverpool.

Los ingleses se enfrentarán a la final este sábado contra el Flamengo e intentarán por cuarta vez alcanzar un trofeo ausente en sus vitrinas y que parece estar maldito en Merseyside. Los brasileños ya les quitaron el Mundial de Clubes de 1981, en una final en la que los ingleses tuvieron problemas con el avión y jugaron con jet-lag. Esta vez no valdrán las excusas para un Liverpool invencible que también sabe ganar jugando mal.

Ficha del partido

Monterrey: Barovero. Vangioni, Sánchez, Montes (Layun, m.79), Medina. Ortiz, Pizarro (González, m. 90), Rodríguez. Gallardo, Funes, Pabón (Meza, m. 82).

Liverpool: Alisson. Milner (Alexander-Arnold, m. 74), Henderson, Gómez, Robertson. Keita, Lallana, Oxlade. Shaqiri (Mané, m. 68), Salah, Origi (Firmino, m.85).

Goles: 0-1 Keita (m. 12), 1-1 Funes (m. 14), Firmino (m. 91).

Árbitro: Tobar Vargas R., chileno.

Tarjetas: Vangioni (m. 47), Mohamed (m. 76), Klopp (m. 77), Gómez (m. 78), Gallardo (m. 78).

Estadio: Khalifa International Stadium.