Ha pasado ya mucho tiempo, pero los más aficionados al baloncesto seguro que recordarán a Juan José Llamas Suárez (Quart de Poblet, Valencia, 2 de enero de 1974), un rostro muy conocidos en este deporte en la década de los 90 en la Comunitat.

En 2010, Llamas se despidió de una larga trayectoria dedicada al bàsquet con la idea de no regresar a las pistas, ni siquiera en los banquillos, pero las vueltas que da la vida han hecho que, a los 44 años, el pívot valenciano que pasó por equipos de la ACB como Valencia Basket o Ciudad de Huelva, compartiendo vestuario con figuras como Nacho Rodilla o Víctor Luengo, milite desde esta temporada, en el Segorbe Amics de la Segunda Zonal, la categoría más baja que existe en el deporte de la canasta.

«Mis hijos me preguntaban mucho por mi época de jugador, de cómo era competir al máximo nivel. Les empiezas a contar historias y, además, mi hijo Álex lleva apuntado dos años a baloncesto. Les hacía ilusión verme jugar», explica Juanjo Llamas.

¿Y por qué en Segorbe? El expívot de Valencia Basket, tras su retirada hace ocho años, se afincó en la localidad del Alto Palancia, de donde es natural su mujer, y a principios de esta temporada el club segorbino quiso contar con los servicios de esta leyenda de la ACB. «El año pasado lo pasaron mal, solo ganaron un partido, y me pidieron ayuda. Me ha costado mucho la adaptación. Al principio fue horrible: jugaba un partido, me rompía, volvía a jugar y me volvía a romper...», comenta.

Sin embargo, después de coger un más que aceptable estado de forma, el jugador ha sido tentado por el primer equipo, que ha conseguido el ascenso, rechazando esta oferta: «Quiero seguir en forma y ayudar, pero no estoy para volver a competir al máximo».

Grandes hitos

Llamas, que en la actualidad también juega en el equipo de veteranos del Valencia Basket, recuerda con nostalgia varios de los momentos que marcaron su carrera en las pistas: «Los ascensos a ACB con Valencia Basket, con el Huelva, ser seleccionado por la Selección Española juvenil y ganar dos medallas o jugar el all-star sub-23 de ACB», cuenta el pívot, que atraviesa su segunda juventud.

Pese a jugar en la categoría más baja, para Llamas no está siendo un trauma, ya que el experimentado jugador destaca que «las pistas de estas categorías están bastante renovadas y cualquiera es mejor que en las que jugué en mi etapa como juvenil. He regresado por la ilusión que les hace a mis hijos. Mi idea es aguantar como pueda y la temporada que viene prepararme bien. Ahora que me he cogido, por lo menos hasta los 50 ya no lo dejo», finaliza.