Aterrizaron siendo niños y salen siendo auténticos futbolistas. Hasta 17 jugadores de la Cantera Grogueta acaban esta temporada su etapa en la residencia de la Ciudad Deportiva de Miralcamp. Han sido años de lucha constante lejos del hogar, de sus familias, amigos, pero ha merecido la pena. Entrenamientos, partidos, muchas horas de estudio, momentos inolvidables junto a sus compañeros… Todo ha sido parte de un aprendizaje continuo que les ha llevado a ser lo que son actualmente. Mejores personas y unos prometedores futbolistas.

La lista es larga y está llena de vivencias. Álex Baena, Iker Álvarez, Marc Vega, Juan Carlos Quirós, Diego Collado, Miquel Femenías, Iván Morante, Marcos Olguín, Javi Cendón, Fernando Muriel, Richard Franco, Íñigo Sanclemente, Carlos Mangada, Miguel Opere, Jaime Durán, Alejandro Forés y Antonio Alemán abandonarán la residencia esta temporada.

Uno de los que más años ha pasado en la academia es el almeriense Álex Baena, jugador del Juvenil A e internacional con las categorías inferiores de la selección española. Sin duda, una de las perlas del fútbol base amarillo. «Nunca me imaginaba salir de casa a los 12 años y seguir con casi 18 años viviendo lejos de la familia. Lo más duro fue al principio. Fue una etapa difícil tanto para mí como para los míos», comenta Baena. También es digno de destacar el comportamiento durante todos estos años de jóvenes como Morante, Miki y Cendón, entre otros.

Una nueva vida

Eso sí, el crack del juvenil A no se arrepiente: «No puedo esconder que tras siete años tengo ganas de vivir en un piso, con mayor independencia. Pero tampoco todo lo que he vivido y los amigos que he hecho». Muchos de ellos son compañeros de equipo. «Tengo una gran amistad con Cendón, Morante, Diego y Miki. Ojalá pueda ser así durante muchos años», finaliza.

Ahora toca dar el salto. Todos ellos pasarán a vivir en pisos en Vila-real. Eso sí, compartidos con un compañero. Más autonomía, pero siempre con conocimiento, ya que el apoyo de los tutores y psicólogos del Villarreal seguirá estando ahí.

Este último año en la Residencia ya han tenido más libertad en la toma de decisiones e incluso se han encargado ellos mismos de arreglarse la habitación. Pero no es lo mismo. Su comportamiento ha sido ejemplar y así debe seguir siendo para tener futuro en el mundo del fútbol, ya que no solo hace falta habilidad técnica para triunfar, sino también valores humanos que les permitan afrontar una vida en la élite deportiva.