Coronado con cierto éxito (así hay que considerar el milagroso punto del Miniestadi) el primer puerto de categoría especial de esta cuesta de enero, el Castellón enlaza el siguiente, que no es un solo repecho: Son Malferit pasa ahora por ser el alto más inaccesible de Segunda B, el de las rampas imposibles, el que ha tumbado a los últimos ocho valientes que lo han intentado. No en vano, el Atlético Baleares recibe a los albinegros, este mediodía (12.00 horas, À Punt), con ocho victorias consecutivas en casa. Y este Castellón, a domicilio, está lejos de ser un escalador: ahí está su racha sin ganar fuera que, justo hoy, cumple ocho meses.

Es, por tanto, uno de esos partidos rompequinielas, metafóricamente hablando, porque este encuentro no está en el boleto. Sí aparece en las casas de apuestas, así que si quieren hacerse ricos, o solo sacarse un extra, pues no lo fíen todo a la victoria local...

LO QUE HA CAMBIADO // Balearicos y albinegros abren la segunda vuelta, lejos de aquel empate a uno en Castalia con el que inauguraron la temporada. Los mallorquines, amparados en su fortaleza delante de su gente (27 puntos de 30 posibles), han echado raíces entre los cuatro primeros. El Castellón, en cambio... Se acaba de marchar el autor de su gol en ese estreno (Juanma Acevedo), después de que ese mismo partido sirviese para despedir a Juanjo Gracia. José Carlos Fernández, titular aquella sofocante tarde de un sábado a finales de agosto, tampoco sigue de albinegro.

EN FASE DE (RE)CONSTRUCCIÓN // La semana ha sido pródiga en novedades. El extremo derecho Óscar Fernández y el mediapunta Rubén Ramos dotan a Óscar Cano de un mayor número de recursos, que se unen al delantero Jairo Cárcaba y al extremo izquierdo Samu Adeniran como refuerzos de invierno, en detrimento de Luismi Ruiz, Yaroslav Oliinyk, Acevedo y José Carlos. No figura entre estos últimos, pero como si ya fuera algo oficial, el fallido Hicham Khaloua, cercano a la rescisión de su préstamo por parte del Almería.

La enfermería ya está vacía por segunda jornada consecutiva, pero la sangría de amarillas y expulsiones continúa dejando su elevada factura, empezando por un Cano que tiene que cumplir el primero de sus dos encuentros. El granadino pierde a dos futbolistas de calado, baluartes para un campo pequeño (95 metros de largo y 68 de ancho) como Son Malferit: Rafa Gálvez cumple ciclo y Carlos Delgado, la penitencia de su expulsión en el descuento frente al Barcelona B.

Así que estas dos bajas de peso y las dos incorporaciones de la semana añaden nuevas dosis de suspense al equipo que presente Cano este mediodía, sobre todo por su carácter mutante en cuanto a dispositivos tácticos.

TENER MÁS EL BALÓN // Partiendo de que los albinegros tendrán más la pelota que hace siete días en el Miniestadi, la querencia de Cano por el juego posicional y las dimensiones del campo, el técnico nazarí podría renovar el 4-4-2, con Álvaro Campos en portería (ni se discute) y los dos carriles para Joseba Muguruza y Ramón Verdú. Sin Delgado, Paco Regalón recuperaría la titularidad, junto a Eneko Satrústegui.

Por delante o de nuevo incrustado en la zaga, la presencia de Marc Castells es innegociable, como la de Antonio Caballero y el recién llegado Rubén Ramos en ese rombo, cuyo último vértice sería bien para Pablo Roig, bien para Theo García. Arriba, David Cubillas y Jairo Cárcaba.

El Castellón voló ayer rumbo a Palma de Mallorca con los 18 disponibles además de Carlos Panadés, central del Amateur.