Aires de cambio circulan por Krasnodar antes de volar este domingo a Kaliningrado, la ciudad que acogerá mañana (20.00 horas) el tercer partido de España en el Mundial ante una desahuciada Marruecos, tras la sufrida victoria sobre la ultradefensiva Irán (1-0). Aires de cambio por mucho que Fernando Hierro, el seleccionador, no haya dado pistas sobre los jugadores que descansarán (David Silva y Andrés Iniesta figuran en esa lista) ni tampoco sobre sus posibles sustitutos: Saúl Ñíguez, Thiago Alcántara (intocable para Julen Lopetegui, pero que ahora perdió esa condición) y Marco Asensio figuran en esa otra relación.

A España le falta ese punto y el punto de energía necesario que le active, especialmente después de emitir señales desconcertantes en su agónico triunfo sobre Irán. Necesita, por lo tanto, refrescar algunas piezas que vienen gastadas por una dura temporada, unido, además, a un terrible inicio del Mundial, con el tsunami del cambio de seleccionador: Fernando Hierro por Lopetegui, apenas 48 horas antes del estreno con Portugal (3-3).

Un terremoto que parecía apagado hasta que Saúl, otro de los posibles candidatos a inyectar vitaminas nuevas a España, lo devolvió al escenario mediático. «Julen merecía seguir con nosotros», soltó el centrocampista. «A dos días de empezar el Mundial, no era el momento adecuado», contó el joven jugador del Atlético de Madrid (23 años) a Televisión Española (TVE), encendiendo un fuego que ya parecía acabado. «Fue algo sorprendente, creo que la decisión: a pesar de que puedas tener tus motivos y tener tus razones, llegó en un momento en que no fue el adecuado», desarrolló Saúl. «Julen se merecía seguir después de llevar dos años preparando el Mundial con nosotros», manifestó el rojiblanco.

ONCE días con Fernando // Hierro, ajeno a todo ese ruido que ha precedido su llegada al banquillo, iniciará este domingo su undécimo día como seleccionador, barruntando los cambios que demanda la Roja. En el primer partido, el malagueño mantuvo la idea y la táctica de Lopetegui. Quizá solo introdujo un matiz: Koke por Thiago. El exazulgrana, que era uno de los futbolistas más usados por su antecesor en la fase de clasificación para Rusia, pasó directamente a llevar el chándal de suplente.

Con el cambio de inquilino en el banquillo, el actual centrocampista del Bayern ha perdido peso específico. Falta ver ahora si lo recuperará ante Marruecos. Para esa plaza hay muchos candidatos y Lucas Vázquez, sin ir más lejos, ha pasado incluso por delante de Marco Asensio. No solo jugó cuatro minutos ante Portugal supliendo a Silva, sino que fue titular contra Irán, en una de las modificaciones tácticas más importantes en la hasta la fecha brevísima era Hierro con España.

La unidad B // El malagueño no tocó apenas nada en el primer partido. Sí que cambió cosas e importantes en el segundo (el pasado miércoles prescindió de Koke y apostó por Lucas Vázquez para abrir el campo), mientras ahora sabe que la selección, que tiene una unidad A claramente definida (hay nueve titulares indiscutibles), precisa de piernas frescas, liberadas, además, del estrés emocional que se ha vivido en este convulso inicio del Mundial.

«No echamos cuentas», recordó Lucas Vázquez. «Queremos ser primeros de grupo y hacer bien nuestros deberes», añadió el madridista sin darle importancia al posible cruce de octavos con la enrachada Rusia (la anfitriona goleó a Arabia Saudí por 5-0 y venció también con claridad a Egipto por 3-1) o Uruguay, una selección llena de carácter y con delanteros temibles como el azulgrana Luis Suárez o el parisino Cavani, que ha ganado a africanos y asiáticos por la mínima (1-0).

Se suben hoy 23 jugadores al avión camino del Kaliningrado mirando de reojo a Hierro. Los titulares por saber si mantienen ese estatus y la unidad B cruzando los dedos para que el técnico inyecte sangre nueva.