Carlos Bacca abrió las puertas de su casa, donde guarda auténticas reliquias. Un museo del fútbol a través de la dilatada carrera futbolística del delantero colombiano, con una rica trayectoria en varios clubs de su país y Europa.

En los estantes y en los cajones de una habitación de su domicilio, Bacca esconde un auténtico Louvre pero en versión balompié, con una colección de camisetas, botas, balones, trofeos y medallas que ha ido recopilando, y también ganando dentro de los terrenos de juego. Entre ellas, una réplica de la Europa League que ganó en la final de Varsovia con el Sevilla y en la que anotó dos tantos, además de un recuerdo de la Supercopa que logró con el Milán.

Bacca ha jugado en la Liga de su país y en Europa en los campeonatos belga, italiano y español. En una zona de su armario guarda las camisetas de los equipos colombianos donde militó, Junior y Barranquilla, por supuesto la de la selección de su país y también del Brujas, Milán, Sevilla y Villarreal.

El delantero amarillo no esconde cuáles son sus obras de arte preferidas en su templo: «Guardo con cariño la camiseta de Henry de su etapa en los Red Bull en la MLS. Pero también son especiales los recuerdos de Vitolo, David Villa y Rakitic, quien me ayudó a crecer y me dio los mejores consejos cuando llegué al Sevilla». Y, por supuesto, en las estanterías se pueden ver varios balones de los hat trick logrados en su carrera firmados por sus compañeros. El museo Carlos Bacca.