La provincia de Castellón contará con un total de 12 equipos en el sistema de ligas del fútbol femenino. En la actual campaña serán cinco ligas, de las seis existentes, las que contarán con representación castellonense; y cada uno de los equipos que tomen parte en ellas, tiene marcados sus objetivos que, en algunos casos, pasan por conseguir metas ambiciosas como ascender a una categoría superior o, en otro, mantener su estatus actual y no caer relegado a una división inferior.

El Villarreal es el único representante de la provincia en la nueva Reto Iberdrola, categoría creada esta campaña como antesala de la Primera División. Las amarillas, que marchan líderes en su grupo (la categoría tiene dos ligas de 16 equipos), son candidatas a lograr lo que sería un hito: alcanzar la máxima categoría del fútbol nacional. Para llegar a la gloria, el camino no es fácil. Hay dos itinerarios para ascender a Primera División: el corto, que implica ganar la liga; o el largo, con la obligación de ser segundo o tercero y ganar dos promociones, la primera de dos eliminatorias y la segunda, la definitiva, ante el equipo que quede tercero por la cola en Primera.

EN BUSCA DEL ASCENSO

En Primera Nacional, la antigua Segunda División, se mantiene el Joventut y debuta este curso el Villarreal B. Las almazorenses han visto como han perdido terreno con la creación de la mencionada Reto Iberdrola. Por ello, el objetivo para este curso no puede ser otro que el del ascenso. Para dar el salto al segundo nivel del fútbol femenino, únicamente hay una opción: ser campeón de grupo. Por abajo, bajan a Liga Autonómica los últimos tres clasificados, posiciones que el filial del Villarreal quiere ver bien lejos.

El ascenso del Mini Submarino femenino no ha visto mermada la presencia castellonense en Autonómica, puesto que a la continuidad del Alqueries, hay que sumar el ascenso del Onda. Arlequinadas y rojiblancas tratarán de estar lejos de las últimas tres posiciones que conducen irremediablemente al descenso a Primera Regional, una vez alcanzado ese objetivo el propósito será estar lo más arriba posible, eso sí, el ascenso es francamente complicado, ya que a la dura competencia se añade la carestía de un ascenso que únicamente se llevará el campeón de la liga.

LAS MÁS HUMILDES

En las dos categorías regionales, Primera y Segunda, es donde militan más de la mitad de los equipos provinciales. En la primera de ellas compiten tres equipos: Joventut B, Drac y el recién ascendido Villarreal C. Todos ellos apuestan por cuajar una gran campaña y estar cerca de la parte alta de la tabla clasificatoria y, si se dan las circunstancias, pugnar por el ascenso, pero para conseguirlo habrá una lucha feroz. No en vano solamente consumará el éxito el campeón. De los tres representantes mencionados, únicamente el Drac presume de tener experiencia en la siempre exigente Liga Autonómica.

Algo similar sucede en Segunda Regional, donde solo celebrará su ascenso el conjunto que cante el alirón. Segorbe, Moncofa, Drac B y el reaparecido Benicató conforman la armada provincial en el campeonato más modesto del fútbol femenino.