Luis García envía un claro mensaje a aquellos que piensan que el Villarreal es un alma en pena condenada al fracaso en la Liga. También a los que ya dan por hecho que el conjunto amarillo tirará esta noche por la borda todas sus opciones en la Copa del Rey y regalará el pase a cuartos de final al Espanyol. Ni una cosa ni la otra. «A quien piense que este equipo está muerto le vamos a responder en la cara y a demostrarle que estamos muy vivos», dice con vehemencia el técnico groguet sobre las ganas de revertir la situación en la Liga «con toda la fe del mundo». Para los escépticos sobre las opciones de seguir adelante en la Copa, el madrileño antepone la «inyección de moral» que supondría avanzar un paso más en el torneo del KO. «Los que salgan ante el Espanyol lo harán al máximo. Igual salimos del bache en la Liga y nos plantamos en unos cuartos o semifinales de Copa. Igual este año la alegría nos viene por esa parte», defiende Luis García.

Pero el mensaje de optimismo viene matizado por la dura realidad. Evidentemente, el Villarreal saldrá hoy a competir en el RCDE Stadium, pero también teniendo muy presente que la prioridad sigue siendo salir del agujero en la Liga… y la final ante el Athletic del próximo domingo. «Cuanto antes nos mentalicemos de que este año la única lucha en la Liga es la salvación, mejor para todos», dejó claro ayer Luis García en su repaso concienzudo de la complicada situación del Villarreal.

RECUPERACIÓN PSICOLÓGICA

El entrenador tiene trabajo futbolístico por delante, mucho, como «mejorar los conceptos defensivos» que están penalizando a un equipo que el técnico ve cada vez más «vertical y alegre» en el plano ofensivo y que «genera muchas ocasiones de gol». «A eso nos agarramos», sostiene. Pero también tiene una ardua labor psicológica para evitar que los malos resultados desmoronen al grupo, que ve con incredulidad cómo partidos de los que son claramente dominadores, como el último ante el Getafe, acaban en derrota. «Cuanto más analizo ese encuentro menos entiendo que se perdiera», lamenta el técnico, que hasta ayer dedicó los entrenamientos de la semana a «recuperar» a los jugadores del último golpe.

MENSAJE DE UNIDAD

Luis García está dispuesto a inyectar autoestima en vena a unos futbolistas a los que, por otra parte, ve «concienciados», «unidos» y «con unas ganas enormes de revertir la situación». «En el fútbol, cuando los rivales te ven con la cabeza gacha, te la pisan, te revientan. No voy a permitir a nadie que se hunda», advierte el preparador del Villarreal, que reclama la unión de todos los estamentos del club amarillo para que el Submarino consiga estar de nuevo la próxima temporada entre los 20 mejores equipos del fútbol español. «Afición, cuerpo técnico, club, prensa… todos salimos beneficiados si seguimos en Primera División», sostiene Luis García, que espera que el Estadio de la Cerámica note ya un ambiente muy favorable para su equipo el próximo domingo ante el Athletic y no espere a los últimos partidos de la temporada para manifestar su apoyo incondicional.

«Es verdad que estar en estos momentos en la zona de descenso y con el único objetivo de salvarnos puede suponer una frustración. El Villarreal debería aspirar a más, pero la vida es así. Igual no es la temporada con la se soñaba, pero cuando a un equipo grande», enfatiza Luis García, que a estas alturas ya califica cada partido como «una final», valora cada punto como «de oro» y compara cada victoria como «la vida».

EL OBJETIVO: 42 PUNTOS

Por supuesto, el técnico del Submarino tampoco puede evitar, ya cumplida la primera parte de la temporada y a cuatro puntos de distancia de la salvación, hacer sus propios cálculos sobre la cantidad que hará falta en las últimas 19 jornadas de Liga para evitar las tres últimas posiciones. Luis García no espera que la misión sea tan dura como la que afrontó con el Levante en la temporada 2010/2011, en la que acabaron «la primera vuelta con 15 puntos» y tuvieron que hacer 45 para salvarse. «Una auténtica locura». Tampoco tan fácil como en los últimos años, en los que «incluso con 37 puntos hubo equipos que evitaron el descenso». «Calculo que habrá que estar sobre los 42 puntos para asegurar la permanencia», cuantifica el míster groguet, que vaticina una «tremenda igualdad» en la pelea por evitar el infierno del descenso. «El reto es llegar vivos hasta el final. Se ha demostrado que esta temporada cualquiera puede ganar a cualquiera y que todos estamos muy cerca unos de otros».

DEFENSA DEL VIDEOARBITRAJE

«Equipos que están ahora en una aparente situación de comodidad en la zona media pueden sufrir en la recta final», analiza el madrileño, que se manifiesta como un acérrimo defensor del VAR, al que se acostumbró en su experiencia en China, donde «se revisaban muchísimas jugadas». A pesar de los fallos: «Cada vez que veo el penalti a Bacca en la Copa... Debe mejorar, como cualquier tecnología, pero reduce muchísimo los errores arbitrales».