En el descanso, la voz de Pablo Machín, el entrenador del Girona, sonó con fuerza en el vestuario de Montilivi. Reunidos tenía a sus jugadores alrededor de ese futbolín antiguo que lleva ya años ahí. "No, no os frustréis. Ya sé que todo se ha complicado. No soy adivino, cualquiera puede ver que estáis haciendo las cosas bien", contó el técnico a sus futbolistas. "Si seguís así, podremos decir que hemos ganado al campeón de Europa", añadió Machín animando, y con éxito, a un equipo que se veía derrotado por un 0-1 injusto después de dominar al Madrid.

No se equivocó el técnico del Girona. "Ya os dije en el descanso que no soy adivino, pero esto es histórico. Estáis en el equipo que ganó al Madrid siendo, en teoría, el equipo más pequeño de Primera División, es un triunfo de todos", proclamó el entrenador nada más acabar el encuentro, mientras la gente abandonaba, como dijo él, "Montilivi cantando el himno del Girona, algo que si me lo dicen hace unos años habría pensado que es de locos".

Un "plan" perfecto

Pero Machín no estaba nada loco. Tenía un "plan" y le salió de maravilla, por mucho que tuviera que remontar ese 0-1 adverso. "Era un combate de pesos pesados que eran ellos contra un peso pluma o mosca que somos nosotros". Y ganaron los pequeños después de honrar "el ADN Girona", como precisó Machín, una manera de jugar tan peculiar, con tres centrales y dos carrileros largos que se le atragantó al Madrid. "Queríamos que la gente de España conociera cómo juega el Girona, tuvieran una pincelada de lo que somos", dijo.

Machín da instrucciones a Portu. / JORDI COTRINA

"Cuando llegué estábamos en Segunda B y no cobrábamos, ahora estamos en la élite"

Más que una pincelada tuvieron una obra de arte. Un encuentro "redondo", como dijo Machín, para enmarcar y recordar. "Hicimos el partido incómodo al Madrid, tampoco le quisimos regalar el balón. Les hicimos correr, moviéndolos de lado a lado, haciendo muchos centros, generando muchas ocasiones", subrayó el técnico. Tanto lo movió al Madrid que lo desnudó en Montilivi.

"Toda España y parte del mundo ha podido ver que cuando un equipo pequeño tiene ambición, orgullo y hace bien las cosas puede ganar al campeón de Europa", señaló Machín, ensalzando el "fenomenal trabajo de los chicos". Los chicos, como decía el entrenador, no le dejaron mal en ningún momento. "Todos los que saben cómo es la sociedad de Girona y la afición de este club sabían que no iba a pasar nada", afirmó después al ser preguntado, de nuevo, por el supuesto clima hostil con el que se iba a recibir al Madrid.

La única hostilidad para el grupo de Zidane fue ver volar al Girona de Machín. «Cuando llegué, estábamos en Segunda B y no cobrábamos. Ahora estamos en la élite". Y disfrutando, además, de un partido para la historia.