Tres goles de Ronaldo dieron al Madrid el Mundial de Clubs en otra prórroga propicia, a la que los blancos llegaron agobiados y con todos sus efectivos después de que el árbitro perdonara la expulsión a Ramos. Benzema abrió el marcador, pero Varane se durmió poco antes del descanso y permitió empatar a Shibasaki, que repitió después. Ronaldo empató de penalti y Keylor Navas sostuvo en el último tramo al equipo para llevarlo a la prórroga, en la que el portugués decidió con otros dos tantos.
Todo había comenzado de la mejor manera para el Madrid, que desactivó al Kashima de forma contundente. En su primera llegada, Benzema recogió un despeje de Sogahata a un tiro de Modric y marcó a puerta vacía (m. 9), lo que no alteró la puesta en escena del equipo japonés, centrado en discutir el balón a su rival.
Navas fue avisado, el Madrid perdió el control y Ronaldo se dejó ver más por sus facilidad para estropear contrataques que por su disposición a combinar. Todo lo contrario que Benzema, que se desplegó por todos lados para asociarse, sobre todo con Lucas, lo que volteó la situación.
ESCENARIO IMPREVISTO // Parecía más cerca el segundo gol blanco, pero a las puertas del descanso Varane facilitó el empate de Shibasaki (m. 44). Escenario imprevisto para el Madrid, que volvió al campo dispuesto a restablecer el orden lógico de las cosas y se encontró con otra bofetada. La precipitó Ramos con un mal despeje aprovechado por Shibasaki para anotar su segundo tanto con un gran zurdazo (m. 52). Un penalti de Yamamoto a Lucas permitió a Ronaldo restablecer el equilibrio (m. 59) antes de que el Kashima se lo empezara a creer. Lo acabó haciendo porque el portugués, Ramos y Benzema perdonaron y el partido se abrió cada vez más según se acercaba el final, al que el Madrid llegó paralizado ante la energía incontrolable del rival. Navas salvó ante Fabricio y Kanazaki y el árbitro perdonó la segunda amarilla a Ramos.
En la prórroga emergió el Ronaldo más letal. Entre sus dos tantos en este tiempo, Suzuki cabeceó al larguero en una falta.
