El Villarreal presenta dos caras diferentes en la Europa League, el torneo que retoma mañana con la intención de dar un paso de gigante hacia la segunda fase. Si lejos del Madrigal al equipo amarillo le ha costado mucho en los últimos tiempos conseguir resultados positivos —tan solo dos victorias en las últimas nueve salidas del Villarreal, sin contar la derrota en la previa de la Champions frente al Mónaco—, la combinación entre el estadio amarillo y la segunda competición continental es toda una garantía de éxito para el Villarreal.

Mañana, ante el Osmanlispor turco, los de Fran Escribá saldrán al terreno de juego con la tranquilidad de saber que el Madrigal ha sido un terreno vedado para todos aquellos que lo han visitado durante el último año en la Europa League. Los groguets cayeron por última vez en casa ante el Sevilla, en los octavos de final de la edición 2014/2015. A partir de ahí la trayectoria del equipo como local ha sido impoluta: ocho victorias en ocho partidos. Todo un año, de octubre del 2015 a septiembre de este 2016, sin un borrón.

VICTORIAS DE PRESTIGIO / Las ocho victorias consecutivas del Villarreal ante sus aficionados en la Europa League cobran especial mérito si se echa un vistazo a la calidad de algunos de los rivales que han visitado el estadio amarillo en los últimos 12 meses. En la pasada edición, las rondas eliminatorias midieron al Submarino con algunos de los equipos que, en aquel entonces, estaban más en forma en el fútbol europeo. Fue el caso del Nápoles italiano —que peleaba con la Juve por el Scudetto— y el Leverkusen alemán —el tercero en discordia en la Bundesliga tras el Bayern y el Borussia Dortmund—. El histórico Liverpool, todo un pentacampeón de Europa, también hincó la rodilla en el Madrigal.

El resto de los compromisos del Villarreal en casa en el segundo torneo continental durante el último año fueron bastante más asequibles, incluido el último contra el Zürich, el único equipo de la presente edición de la Europa League que milita en la segunda categoría de su país. En la liguilla de la pasada temporada cayeron consecutivamente el Viktoria Plzen, el Dinamo Minsk y el Rapid de Viena, mientras que en los cuartos de final la víctima de la solidez de los amarillos en el Madrigal fue el Sparta Praga.

El Osmanlispor puede convertirse mañana en el noveno equipo que salga derrotado del Madrigal. Si sucede así, el Submarino mantendrá su posición de privilegio como líder de un grupo en el que no cabe otro desenlace que no sea estar entre los cabezas de serie en el sorteo de los dieciseisavos de final. Si el Madrigal mantiene su fiabilidad, el objetivo no se puede escapar. H