“Vuelen, águilas, vuelen”. Así arranca la “Canción de la victoria” de los Eagles de Filadelfia. Y este domingo, en la LII edición de la Super Bowl, frente a los Patriots de Nueva Inglaterra, por 41-33, han volado. Majestuosamente. Hasta lo más alto de la fiesta grande del fútbol americano.

En Minneapolis los Eagles han escrito un capítulo de la historia, con su primer trofeo Vince Lombardi (aunque ganaron tres campeonatos antes del formato actual, en 1948, 1949 y 1960). Lo han hecho, además, con muchos ingredientes que hacen aún más memorable su capítulo.

Estos incluyen la gran actuación y casi increíble historia personal de su 'quarterback', Nick Foles, al que los Eagles eligieron en la tercera ronda del draft del 2012 pero traspasaron a los Rams en 2015. Tras ser despedido en San Luis Foles pensó en tirar la toalla. Devoto cristiano, pidió “guía a Dios”, decidió seguir y se reencontró en Kansas City con Andy Reid, su primer entrenador en Filadelfia. En 2017 volvió a los Eagles. Y fue suplente hasta diciembre, cuando se lesionó el 'quarterback' titular, Carson Wentz, se lesionó. Este domingo, Foles ha completado 28 de 43 pases para 373 yardas y tres 'touchdowns'. Incluso en el segundo cuarto ha recibido él el pase de un touchdown. Ha acabado coronado Jugador Más Valioso (MVP) de la Super Bowl.

Su duo con el entrenador Doug Pederson (protagonista de otra historia increíble que le sitúa hace nueve años entrenando a un equipo de instituto) ha podido con el de Tom Brady y Bill Belichick, la mejor dinastía de la NFL, que han logrado cinco títulos en los últimos 16 años, incluyendo uno en 2005 contra los Eagles. Su sexta Super Bowl tendrá que seguir esperando (si es que siguen juntos, que no es algo que se pueda dar por seguro).

Un partido eléctrico

Ha sido un partido tan intenso, emocionante y eléctrico que algún comentarista hasta lo ha llegado a comparar con una final de NBA. Ha sido también histórico, y para el tercer cuarto se había batido la marca de yardas ofensivas, que ha acabado al final en unas inéditas 1.151. Y en la lucha los Eagles han ido por delante prácticamente todo el encuentro, con los Patriots consiguiendo adelantarse solo brevemente en el último cuarto, incapaces esta vez de dar como han acostumbrado la vuelta a la adversidad.

Los de Filadelfia, a 2.21 del final, se han beneficiado también de una decisión arbitral dudosa, algo no inusual en una liga que sigue dando vueltas a qué definir como una recepción. Pero la misma balanza que en un partido de temporada regular se había inclinado polémicamente a favor de los Patriots esta vez contó como bueno el 'touchdown' del ‘eagle’ Zach Ertz.

Poco después ha llegado la puntilla. Para placar a Brady, que sigue en plena forma a sus 40 años (y ha vuelto a demostrarlo con 505 yardas y tres touchdowns que baten el récord de una Super Bowl que él mismo marcó el año pasado), los Eagles han desplegado en el momento oportuno su admirada defensa. Y a 2.09 de que el reloj acabara de contar, Brandon Graham ha placado al histórico 12. Ha sido su única pérdida de balón. No han hecho falta más.

Los Eagles habían llegado como ‘underdogs’, claros no favoritos, y salieron triunfantes. Foles, que se ha apuntado a clases online de una universidad para convertirse en pastor, y en el futuro quiere dar clases de religión en un instituto, ha llegado, por ahora, a otro cielo. Y en Filadelfia, tras 57 años de espera, por primera vez desde que existe la Super Bowl, se clama con orgullo: “Eagles campeones”.