Andrés Fernández tuvo que abandonar el terreno de juego tras encajar el tercer gol por parte de la Real Sociedad al filo del descanso. En el salto que realizó para evitar que la vaselina de Juanmi le superara se puso la mano en su rodilla derecha en clara señal de que algo le había sucedido. De inmediato entraron las asistencias y fue retirado en camilla mientras su rostro se llenó de lágrimas. Otra vez la maldición de la rodilla se había cebado con el Villarreal, puesto que Asenjo continúa en proceso de recuperación del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

Barbosa se situó entre los palos en la segunda mitad, mientras Andrés era trasladado a un centro hospitalario de San Sebastián para someterse a unas radiografías en la zona afectada, que parecen descartar un problema óseo y todo parece encaminado a los ligamentos. Hoy se le practicará una resonancia magnética para ver el verdadero alcance de la lesión y se conocerá el tiempo que puede estar ausente el murciano. Como señaló el entrenador del Submarino, Fran Escribá, a la conclusión del choque y a falta de conocerse lo que realmente tiene, parece que podría no ser tan grave, pero «sería un problema muy grande tener a dos porteros lesionados de larga duración», dijo el técnico.

Pero este no fue el único contratiempo con el que se encontró Escribá en el encuentro de ayer debido a una lesión, puesto que en el calentamiento Rukavina sintió molestias en el adductor derecho y no fue de la partida. El lateral serbio iba a ser de nuevo titular, al igual que sucedió ante el Levante, pero finalmente ni se vistió de corto. Esto provocó que N’Diaye entrase en su lugar debido a que Víctor Ruiz también sufría una sobrecarga muscular y aunque se vistió de corto no estuvo presente ni en el calentamiento previo al choque. Así fue como Escribá tuvo que improvisar una defensa de circunstancias, con el senegalés en el centro de la zaga acompañando al debutante Ruben Semedo y Álvaro González desplazado al carril derecho.

enfermería repleta / Con los últimos contratiempos y a falta de saber el periodo de ausencia de Andrés Fernández y de si Rukavina y Víctor Ruiz pueden estar ya en el próximo encuentro —ahora hay un parón de dos semanas por los compromisos de las selecciones nacionales— ya son 10 los futbolistas del Villarreal que se encuentran en la enfermería.

Y es que a estos tres se deben añadir Asenjo, Bruno, Cheryshev, Mario, Adrián Marín, Bonera y Roberto Soriano, que ya no viajaron a Anoeta al encontrarse en el dique seco. Un verdadero quebradero de cabeza para el Submarino en este inicio de Liga.