Manu Trigueros aterrizó en la Plana Baixa en julio del 2010, es decir, ya ha superado una década en el club. Nacido en Talavera de la Reina (17-10-1991), Manu Trigueros afronta su novena temporada en el primer equipo del Villarreal CF, tras haber jugado año y medio en el Villarreal C y otro medio año en el B desde que llegara a Miralcamp procedente del Real Murcia juvenil, al que llegó tras un fugaz paso como juvenil de primer año por la cantera del FC Barcelona.

Tras saltar en medio del C a la élite, allá por 2012, al talaverano, que tiene ya 29 años, se le considera uno de los one club man de LaLiga, es decir, aquellos jugadores que solo han jugado en un mismo club en su etapa profesional.

De hecho, Manu así se considera, uno más de la terreta, se ha casado incluso con una vila-realense y hace casi un año que fueron papás, por lo que el manchego disfruta tanto y está tan identificado a Vila-real y a la provincia de Castellón que le encantaría retirarse en la entidad que preside Fernando Roig, donde se siente «en casa» y «muy bien considerado y valorado tanto por el presi como por Fernando júnior, Llaneza y resto de miembros del club».

En un año difícil por la crisis sanitaria mundial, Trigueros, que pasó el coronavirus este pasado verano, lo que le privó de comenzar la Liga en igualdad de condiciones, repasa para Mediterráneo el presente de un Submarino lanzado, al que augura un gran futuro y, por qué no, con el que sueña levantar un título, como uno de los capitanes que es.

Estaba jugando en su población natal y ¿cómo recuerda abandonarla siendo solo un niño?

Fue una situación delicada. Venía de hacer un gran Campeonato de España cadete de selecciones autonómicas, cuando militaba en el Talavera, y tuve hasta cinco ofertas de clubs de Primera División, entre ellos el Barcelona, el Villarreal, Atlético de Madrid, el Albacete y otro que ya no recuerdo. Y tras hablarlo con la familia, apostamos por el Barça. Firmé cuatro años, pero mi primer año allí, como juvenil de primer año no fue como esperaba, y el conjunto azulgrana me cedió al Murcia. Fue todo muy extraño, porque en un año pasé de ser pretendido por muchos clubs de Primera, a tenerme que marchar a un juvenil de un Segunda.

Estando en el juvenil del Real Murcia, ¿qué le sedujo para apostar por el Villarreal?

En Murcia recuperé mi fútbol, mi nivel. Llevaba medio año cedido y rescindí con el Barça y el Murcia me firmó tres años. Es un club histórico y creía que sería un trampolín bueno, pero el primer equipo descendió a Segunda B. Yo lo estaba haciendo bien en el juvenil y tras mi último año en División de Honor, el Villarreal volvió a llamar a mi puerta. Ya en cadetes me quisieron y yo desde pequeñito veía los logros de aquel Submarino subcampeón de Liga y semifinalista de Champions, y al apostar tanto por mí y ser un club que cuida a la cantera, me decanté por cambiar de aires, aunque en Murcia no sentó bien. Costó, pero pude salir y ya llevo casi 11 años aquí.

Viendo que muchos jugadores salían cedidos previo paso al primer equipo, ¿pensó que alguna vez sucedería a usted?

Era una posibilidad. Nada más llegar me pusieron en el C y el primer medio año no me salían la cosas, pero a partir de enero, con Molina de técnico, empecé a funcionar. Mi segundo año lo inicié en el C con Julio Velázquez y a partir de ahí me salió todo rodado. Subieron a Julio al B, la segunda mitad de temporada la jugué en el filial y al acabar, ese verano él pasó al primer equipo y me subió a mí. En media temporada subí dos escalones. Fue increíble.

¿Qué entrenadores han marcado su trayectoria?

Claramente son dos, aunque a todos les guardo un grandísimo cariño. Julio Velázquez por apostar por mí y hacerme subir dos peldaños en medio año y, tras su destitución, Marcelino, fue el entrenador clave en mi carrera. Marce vino un día y me dijo: «Voy a hacer de ti un gran mediocentro». Y por los años que llevo en Primera creo que acertó, ya que siguió apostando por mí y yo rindiendo (risas). Les debo mucho a los dos, gracias a ellos soy futbolista profesional.

Diez años ya en la entidad amarilla y nueve en el primer equipo, ¿sabe que en el fútbol moderno eso es complicadísimo?

Mucho. Es muy complicado estar tantos años en la élite. Pero, ¿qué más puedo pedir? Yo valoro mucho lo que estoy consiguiendo, no es fácil estar nueve años consecutivos en el primer equipo del Villarreal. No te lo regala nadie y encima jugando tantos partidos cada temporada con la competencia que hay. Si no vales, no sigues. Si lo analizas, solo Barcelona, Real Madrid y Atlético podemos decir que están un nivel por encima del Villarreal. Estoy en uno de los mejores clubs de España y Europa, soy un privilegiado.

¿Se considera un jugador de los llamados ‘one club man’?

La verdad es que sí. Me considero un one club man y ojalá pudiera serlo siempre. Nunca me he venido abajo, ni cuando han venido mal dadas, ni cuando tuve que ser intervenido de pubis, siempre he luchado y peleado por poder seguir aquí, y aquí quiero seguir muchos años. Ojalá me pueda retirar y terminar mi carrera en el Villarreal.

Es uno de los capitanes y conoce muy bien la casa y la ambición de la entidad. ¿Este puede ser el año de jugar una final?

Es un tema que siempre hablamos los jugadores, y más los que llevamos muchos años aquí, que nos falta eso, el poder disfrutar de una final y levantar un título. Si a la afición le hace ilusión, imaginaos las ganas que tenemos nosotros, los que lo vivimos desde dentro. Estamos preparados y mentalizados en que este es un año para pensar en alcanzar una final y aspirar a ganar un título.

¿Está en la mejor plantilla en la que ha militado?

Sería injusto decir que sí, porque he tenido compañeros de muchísimo nivel en otras temporadas. Pero sí que es cierto que esta es una de las mejores plantillas en las que he estado. De hecho, se ve claramente que el míster está rotando y estamos dando la cara tanto en Liga como en Europa Lague. Este es un club ambicioso y el Villarreal hace cada año grandes plantillas; ahora toca a los jugadores demostrarlo en el campo, como lo estamos haciendo.

El club apostó por Emery, entrenador de prestigio que primero no apostó por usted. ¿Se vino abajo cuando se vio suplente?

Bueno todo tiene su explicación. Yo pasé el coronavirus este pasado verano, no tengo problema en decirlo. Además con síntomas y llegando a estar tres días bastante mal. Me perdí dos semanas de pretemporada, sin hacer nada, y me costó arrancar. Pero Emery habló conmigo, me dio tranquilidad y me mostró su confianza, diciéndome que creía en mí. Y desde la segunda parte del Camp Nou me dio la oportunidad y creo que a base de trabajo le estoy devolviendo esa confianza. Nunca bajé los brazos y supe que volvería a ser protagonista en el equipo.

El equipo va viento en popa tanto en Liga como en Europa, ¿cree que podrán mantener el nivel?

Unai ha encontrado la fórmula y ha amoldado al equipo a su gusto. Ha formado un Villarreal muy completo, solidario, que entre quién entre rinde, y somos un equipo que nunca se rinde, que tiene el balón, juega bien al fútbol, generamos ocasiones y nos crean muy pocas. No será fácil mantener un nivel tan alto, pero estamos en el buen camino de seguir así y hacer cosas importantes en las tres competiciones.