Marc Castells está a la espera de conocer su futuro. La primera opción del centrocampista valenciano es, como no podía ser de otro modo, continuar una temporada más en el Castellón y disfrutar de la oportunidad de ser de Segunda tras muchos años en el barro de la Tercera y Segunda División B. Aunque en esta última temporada, la del ascenso a la categoría de plata, no ha disfrutado de demasiados minutos a las órdenes de Óscar Cano, el club de la capital de la Plana se plantearía su continuidad una temporada más como premio a su trayectoria en todo este tiempo.

Eso sí, desde la dirección deportiva de la entidad albinegra se está valorando al detalle si Castells encaja en el nuevo proyecto 2020/21, estudiando cada apartado, incluso más allá de lo deportivo, sobre todo, por el tema del presupuesto que presentará el club que preside Vicente Montesinos cara a su regreso al fútbol profesional y al límite salarial que marca LaLiga, entre otros aspectos que podrían ser decisivos.

De momento, ambas partes ya han mantenido algunas conversaciones al respecto y se debería tomar una decisión pronto, puesto que el equipo ya trabaja a las órdenes del técnico granadino desde hace días y el comienzo de la temporada, si la situación sanitaria lo permite, está previsto para el fin de semana del 13 y 14 de septiembre en Segunda División.

Cabe recordar que Castells fue uno de los tres jugadores del equipo orellut que participaron en los últimos dos ascensos junto a Javi Serra y David Cubillas; y el único de los futbolistas del primer equipo que han finalizado su vinculación contractual con el Castellón este curso sobre cuyo futuro no se ha dicho nada todavía de forma oficial. A Víctor García se le renovó por una temporada más tras conseguirse el ascenso, mientras que Jesús López y Javi Serra se despidieron como albinegros y buscarán acomodo en otros clubes.

Sin lugar a dudas, la renovación de Castells por parte de la dirección deportiva del Castellón, si acaba dándose, sería un detalle cara al futbolista valenciano y atendería más a un factor emocional que no deportivo, puesto que en la plantilla albinegra todavía se tienen que realizar entre siete y ocho fichajes más para afrontar con garantías el exigente regreso al fútbol profesional a partir del mes de septiembre.