Marc Gasol se encargó de garantizar el billete de España para la segunda fase. El pulso frente a Puerto Rico, un equipo que no baja los brazos, anárquico e imprevisible, se enredó más de lo esperado durante 30 minutos, sin que hubiera nada resuelto. El pívot decidió acabar con la incertidumbre y convertirse en el factor diferencial en el tercer cuarto, tanto en defensa, como en ataque (19 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias) y contagiar esa dinámica positiva a sus compañeros, necesitados de su liderazgo. Solo Ricky Rubio siguió sus pasos sin dudar (17 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias).

La solvencia del debut permitía intuir una dinámica más positiva para España de la que se vio en su segundo encuentro. La selección no se siente segura de sus fuerzas. Así que deberá centrarse y afinar en la segunda fase para seguir avanzando en el torneo. Los primeros minutos frente a la selección americana fueron la mejor prueba de que el grupo de Scariolo tiene los sistemas aún cogidos con pinzas. Y el 4 de 30 en triples es una prueba.

Sin tiro exterior / La sensación de espesura en ataque fue evidente en los primeros minutos. Ricky Rubio mantuvo el pulso de España con su inspiración ofensiva, pero el equipo se atascaba en el juego estático, no conseguía un buen movimiento de balón. El desorden se acrecentó cuando el base de El Masnou se tomó un respiro en el banquillo.

Un problema serio fue la falta de acierto exterior. La selección pasó de uno de los mejores partidos de su historia en el triple (17 anotados frente a Túnez) a un día completamente negado. Un 13% de acierto es impropio de un equipo de élite. Una rémora que fue extendiéndose como una losa mental, de la que fue aprovechándose Puerto Rico, llegándose al descanso con 35-36.

Bronca de Scariolo / La vuelta del vestuario pareció colocar a España en el carril bueno, con un parcial de 7-0 favorable que abrió el primer margen cómodo (35-43), simplemente aplicando un poco de ortodoxia: cuidado del balón, pases a Marc Gasol cerca del aro, para que este ganara ventajas. Pero, en apenas segundos, la selección perdió de nuevo la cabeza (41-43), que llevó a Scariolo a pegar la primera bronca seria a sus jugadores.

En medio de las urgencias, llegó el momento de Marc Gasol. El pívot de los Raptors dio un paso adelante, del que se contagió Llull para redondear un parcial de 0-14, que fue definitivo.