No ha bajado la cabeza, no ha parado de trabajar, de compartir sus consejos con los jóvenes, sobre todo con los hermanos Hernangómez, el relevo que viene, de ayudar al equipo. De asumir el papel de líder de la nueva selección post generación del 80, que le corresponde junto a Ricky Rubio y Sergio Llull.

Marc Gasol no ha dejado de creer ni un solo día del Mundial, aunque no acababan de salirle las cosas como quería. Pero en el momento necesario, en las semifinales, cuando el sol parecía esconderse para España y empezaba a brillar con más fuerza Australia, el pívot de Sant Boi apareció y completó una actuación antológica, especialmente a nivel ofensivo (33 puntos, con 11 de 19 en tiro, incluidos tres triples, más 6 rebotes y 4 asistencias), que era lo que pedía el momento de la selección.

"A la que han entrado una, luego un par seguidas.Es lo que pasa a veces, cuando entras en ritmo de juego es fácil", aseguró Marc Gasol. "Es como lo que pasa cuando coges la botella de kétchup y aprietas. Al principio no sale y de repente, se desborda", bromeó Sergio Scariolo, para elogiar el liderazgo del pívot de los Raptors.

MÁXIMA PACIENCIA

Gasol empezó la semifinal con la misma discreción que le ha acompañado durante todo el torneo, jugando con paciencia, buscando a sus compañeros, esperando encontrar las sensaciones en la cancha, más que forzarlas. Pero su irrupción resultó imparable a partir de la segunda parte, cuando además del trabajo defensivo empezó a sumar en ataque y a tomar tiros que en los primeros minutos había descartado.

"Lo doy todo siempre, y siempre esperas que el resultado sea positivo", afirmó sin darse demasiado valor por una actuación que, sin discusión, entrará entre las mejores de su carrera. "Estoy muy contento por estar en la final, que era nuestro deseo y sobre todo muy feliz por mis compañeros. Ahora a descansar lo más rápido posible porque tenemos que jugar un partido súper importante que es la final del domingo, que seguro que va a ser durísima", afirmó.

SIN GESTOS DE EUFORIA

A pesar de que en la primera fase pareció que las cosas no acababan de funcionar en la selección, y que él mismo no llegaba en un buen estado de forma al campeonato, Gasol aseguró que la confianza del equipo nunca se ha resquebrajado. Nosotros llevamos creyendo desde hace muchos días, desde el 23 de julio creyendo y trabajando para llegar hasta aquí. Obviamente no siempre se logran estos resultados, pero estamos contentos de estar aquí y ahora, como siempre, con ambición al máximo", comentó el pívot referente de la selección.

Vamos a jugar y como siempre nosotros cuando saltamos a la pista tenemos esas ganas de ganar, de trabajar, de hacerlo sobre todo juntos, y ya que estamos aquí. Sin un solo gesto de euforia, a pesar de lo conseguido por la selección superando las bajas y las ausencias, Marc Gasol no quiso entrar a valorar lo que supondría en su carrera conseguir el título Mundial apenas un par de mes después de conquistar también el título de la NBA.

"No voy a perder ni un segundo ahora en pensar en eso, todavía no hemos jugado la final, ya se verá lo que pasa. Ahora lo único que me importa es recuperar bien para el partido del domingo y preparar bien esa final, remarcó Marc, que admitió que le hizo ilusión saludar a Kobe Bryant y a Ginóbili, dos de los grandes nombres del baloncesto que se han desplazado hasta Pekín.