Estoy seguro, absolutamente, sin ninguna duda. Ganar la Copa del Rey fue el detonante de esta situación». A Marcelino García su primer título, el que ganó en mayo ante el Barcelona, le ha costado el despido. Así lo defendió ayer el técnico asturiano, en la rueda de prensa para despedirse del Valencia tras su inesperada destitución del pasado miércoles. Y todo, explicó, porque Peter Lim, propietario del club, le pidió que tiraran el torneo del KO.

«Durante la temporada recibimos mensajes directos e indirectos de que teníamos que rechazarla», afirmó el entrenador, que dijo que no acató esa orden, justificada porque podía poner en riesgo la clasificación para la Champions, por el deseo de la afición y la convicción de la plantilla y de su cuerpo técnico de que podían conquistarla.

«Me considero un entrenador ganador, quiero tener, y los he tenido, futbolistas ganadores. ¿El Valencia creéis que puede salir a una competición y no competirla? ¿Sería yo un buen profesional? ¿Como aceptarían mis jugadores que les dijera esto no lo competimos?», se preguntó. García Toral desveló que Lim nunca les felicitó por el título.

PÉRDIDA DE CONFIANZA / Lo que hizo, dijo, fue restar poder a la dupla que formaba con el director general, Mateu Alemany. «Pedimos ir a Singapur y me dijo que hay una confianza absoluta en nuestro trabajo, en mí y en el cuerpo técnico; que todo va a seguir igual, pero vemos que no es así. El modelo cambia pero no se nos dice a la cara; como propietario estaba en pleno derecho, pero nosotros hubiéramos tenido la opción de decidir si éramos las personas indicadas para seguir en el proyecto», señaló.

Aún así, el entrenador confesó que cuando le comunicaron el despido, «no daba crédito, no me lo podía creer» y que sintió «incredulidad e impotencia». Dejó claro que volvería a un Valencia sin Lim. «Es una obra incompleta», señaló Marcelino.

El asturiano, que ya vivió un despido similar en el Villarreal tras clasificar a los groguets para la previa de la Champions, se emocionó cuando recordó la despedida privada con los jugadores y agradeció su trabajo y entrega. «La despedida fue muy triste. Por nuestra parte un agradecimiento total. Para nosotros los más importante ha sido disfrutar día a día con ellos. Estarán en mi corazón hasta el último día de mi vida», señaló con las lágrimas asomando.