María Gómez ha regresado a España después de haber cubierto el Mundial de Rusia para Mediaset, donde hace tan sólo unos días se encontró con la actitud machista de un aficionado que le interrumpió durante una grabación plantándole un beso en la cara, así como de otro que en pleno directo le preguntó: “¿cómo te llamas, guapa?”.

Es por ello que la periodista ha decidido publicar una carta en su cuenta personal de Twitter donde explica de primera mano lo que sucedió y cómo se sintió, “para que nadie lo haga por mí”. Gómez cuenta que, pese a haberse preparado durante meses para realizar su trabajo, “olvidé un detalle: no me había preparado para el comportamiento de una minoría de aficionados que complicaron enormemente no solo mi trabajo, sino el de muchas compañeras y compañeros reporteros”.

“Gritos, empujones, tocamientos, besos, tirones de pelo, insultos y una larga lista de conductas que, no por repetidas, deberíamos considerar aceptables”, explica la periodista sobre lo que vivió. Sobre su último incidente con un aficionado, María cuenta que no le pareció “prudente y apropiado”, por lo que decidió “poner límite a un comentario sobre mi aspecto”. “Le hice saber a ese aficionado mi postura de un modo respetuoso pero firme”, comenta.

La reportera cuenta en su carta que aún “queda mucho camino por recorrer” hasta la normalización, “y sí, durante ese camino todos cometemos errores, me incluyo en la lista”. María Gómez pide así perdón por participar “en un tono distendido en una sección de televisión que, salvando las distancias, también contribuía a la cosificación de los futbolistas”. Gómez se refiere a unas palabras que tuvo durante una conexión en la que afirmó querer “dormir con el enemigo. O sea, los pivones están en la selección de Marruecos. Son todos guapísimos”.