Mario Gaspar no quiere distracciones. El capitán esta temporada del conjunto amarillo, ante la prolongada ausencia de Bruno Soriano, comenzó ayer la semana de entrenamientos del primer equipo reconociendo el cambio radical que ha supuesto ganar los dos últimos partidos de Liga ante el Girona y el Leganés, que han aumentado considerablemente la sensación de tranquilidad y han alejado en cuatro puntos y otras tantas posiciones la zona de descenso. Pero es ahora, cuando más cerca se ve el objetivo de la salvación, cuando pide no bajar la intensidad.

«Es precisamente ahora cuando más concentrados debemos estar. No podemos cometer el error de pensar que esto está casi hecho y debemos cerrarlo de forma matemática. Ya nos pasó hace unos años», comentaba el lateral derecho del Submarino, que avisaba de la anterior experiencia en la zona baja (2011/2012). «Entonces, tras ganar en Gijón —a falta de dos partidos—, pensábamos que estaba hecho y no fue así. Hasta que no sea matemática debemos seguir trabajando igual», señaló tras la primera de las sesiones destinada a preparar la visita de mañana a Anoeta.

El de Novelda apuntó que la victoria ante el Leganés del pasado domingo ha supuesto «un respiro» para afrontar la semana con «optimismo y con opciones de poder certificar el objetivo» de la permanencia matemática. «El equipo está en un buen momento. Estamos compitiendo mejor y encadenar dos buenos resultados nos ha hecho ver las cosas de otra manera y con más confianza», dice el defensa, que recalca el contraste de los últimos marcadores con la anterior serie de encuentros ante Celta, Barcelona y Betis, «muy dura y con momentos complicados». Lo positivo es que esas experiencias —un punto de nueve posibles— les «sirvió para comprobar que los puntos se escaparon por detalles» y que no pueden «venirse abajo», subrayó.

LAS CLAVES DE LA REACCIÓN / Para Mario, la mejoría experimentada por el Villarreal en las dos últimas jornadas ha sido el resultado de «haber aprendido a cerrar los partidos». «Ahora mismo está todo igualado y se están dando goles en los minutos finales», recuerda para evitar volver a caer en los errores anteriores.

Del rival de mañana, la Real, el defensa destacó que «cuenta con buenos jugadores y eso les hace peligrosos», aunque espera que pueda más la ambición grogueta: «Queremos ganar en Anoeta y acercarnos a los 40 puntos».