La actuación de Alberola Rojas en el Betis-Villarreal del pasado sábado no sentó precisamente bien en el vestuario amarillo. Sergio Asenjo y Jaume Costa así lo expresaron a la conclusión del choque, mientras Javi Calleja prefirió morderse la lengua. El capitán Mario Gaspar, por su parte, sí reconoció salir «cabreado» del Benito Villamarín, y expone sus porqués: «Protestamos porque a Bonera le expulsa enseguida y con otras entradas similares en otros partidos no han sacado la roja, debe ser igual para todos».

Reconoce el lateral que esa acción «puede ser roja», pero recuerda que «hay faltitas que no pita y un agarrón muy claro que no pita y te saca del partido».

El internacional añade que «el equipo siguió a lo suyo y cuajó un buen encuentro», al tiempo que desvela la conversación que se mantuvo al descanso del encuentro frente al Betis: «Hay cosas que el árbitro tenía que ver y no veía, por eso nos cabreamos, pero al descanso dijimos que nos teníamos que olvidar de eso y así lo hicimos, creyendo hasta el final y con opciones de puntuar».

El futbolista destacaba que «el equipo luchó con uno menos hasta el final por un punto que merecía» y confesaba que la actitud mostrada por el Submarino «fue buenísima. En el inicio, con once contra once, teníamos la iniciativa y el partido estaba controlado. Sin la expulsión podríamos haberles hecho daño porque habríamos tenido más ocasiones».

Sobre los dos goles encajados, Mario lamentaba que «el primero viene de una pérdida en la salida de balón y el segundo rebota en un jugador», al tiempo que incidía en que «es difícil jugar contra el Betis, pero se compitió bien».

El de Novelda, que ha recuperado el nivel que le llevó a defender los colores de la selección española, asegura que «otros equipos, con 2-0 en el marcador y un jugador menos habría bajado los brazos, pero nosotros nunca lo haremos porque estamos muy unidos». Mario ya está pensando en enmendar la plana el próximo sábado contra el Alavés.