Son la cara y la cruz. No tienen nada que ver uno con otro, pero son los grandes favoritos al título. Lorenzo y Márquez lucieron ayer la misma sonrisa, pero distinto discurso. Se piropearon el uno al otro. “Hasta ahora, Marc ha estado disfrazando con sus dos victorias, con su arrojo, la inferioridad técnica que Honda tiene con respecto a la Yamaha”, reconoció el mallorquín. Y el catalán elogió “la frialdad y la precisión con la que Jorge gana las carreras, que parece fácil pero no lo es. Dar 28 vueltas a Le Mans sin error es casi imposible y Jorge lo ha hecho”, indicó.

Lorenzo ha conseguido algo que, hasta la fecha, no había logrado nadie: arrebatar el liderato de MotoGP a Márquez, que siempre lo había mantenido una vez encaramado a lo alto del Mundial. “Son datos, estadísticas. Ya todos tenemos un cero, aunque Marc ha arañado tres puntitos aquí, en Le Mans, que, tal y como va el Mundial, igual son valiosísimos”. Lorenzo reconoció que la única instrucción que dio a su muro fue que le “avisasen con un Marc OUT” si Márquez se caía en carrera.

“Me caí sin forzar, me caí porque estos neumáticos no avisan”, reconoció Márquez. “Mi moto no está al nivel que quisiéramos, pero no pienso llorar. Voy a seguir sumando puntos y esperando que Honda solucione los problemas de aceleración que sufrimos”, concluyó. H