La escena se la pueden imaginar. No es un ascensor muy grande. Ese pequeño habitáculo ascendía a los tres dueños del apasionante Gran Premio de Argentina al firmamento del podio. En un rincón estaba Marc Márquez (Honda), brillante ganador en solitario de la carrera, sonriente, hacia dentro y hacia fuera, con esa risa contagiosa que jamás se ha borrado de su cara desde que apareció en el Mundial con solo 15 años. Y, frente a él, en amena charla, Valentino Rossi (Yamaha), segundo de chiripa porque Andrea Iannone había derribado, a cien metros de la meta, a su compañero Andrea Dovizioso, cuando ambos tenían asegurado el podio, y Dani Pedrosa, que marchaba a casi medio minuto de ellos y, de pronto, recibió el premio del ‘cajón’.

NO CRUZARON PALABRA

No hubo saludo entre Márquez y Rossi. Ni guiños. Ni sonrisitas. Ni muecas. Ni amago de cualquier tipo de reconciliación. Tampoco la hubo en el ‘corralito’, el recinto en el que aparcan motos y premiados tras las carreras para atender a las televisiones. Solo Márquez podía disfrutar en ese ascensor, como auténtico conquistador, del premio merecido. Sus dos veteranos colegas estaban allí de regalo. De ahí que su charla, su conversación, girase alrededor de esa suerte y, sobre todo, acerca de la excesiva fogosidad de Iannone, también apodado ‘The Maniac’, que con su irresponsable acción les había premiado con el ‘cajón’ 212 en el caso del ‘Doctor’ y 142, en el caso de Pedrosa.

EL TOQUE CON IANNONE

Márquez los escuchaba, pero no intervino en momento alguno en la conversación y eso que hubiera podido porque Iannone, en la segunda curva, le arrancó de cuajo la cámara ‘on board’ del colín de su Honda RC213V. "Cuando vi que aparecía una moto roja, en plena curva, empujando, chocando, me dije ¡Iannone!, no podía ser Dovizioso, no, que pilota de otra manera", explicó después el joven de Cervera. Pero, en el ascensor, no contó nada, mientras Pedrosa le explicó a Rossi que ‘The Maniac’ le había apartado "Fue en la primera curva y por poco me tira”. "A mí, al final, me pasó en un lugar imposible y pensé ¡uy!, si sigue así nos va a tirar a todos. Y, mira, al final, tiro al pobre ‘Dovi’ y me ayudó a mí", contó el ‘Doctor’, que marchaba ya a casi 10 segundos de Márquez, a Pedrosa, que iba a casi medio minuto de su compañero de equipo, el único que hace correr, volar, a la RC213V de Honda.

LA SUERTE DE ROSSI

Márquez, que dado el desprecio que Rossi ha demostrado por él, diciendo, incluso, que no se creía que tuviese pósters suyos en la habitación de su casa de Cervera, cuando es rigurosamente cierto, o lo era, hubiese podido mandar callar a Rossi nada más cruzar la meta, tal y como hizo Jorge Lorenzo (Yamaha) cuando le arrolló en Doha (Catar). Pero el bicampeón más joven de la historia de MotoGP asegura haber "pasado página" del polémico 2015 y se dispuso a disfrutar, a partes iguales, de los aplausos del público, mientras hacía oídos sordos a la felicidad ocasional, ‘suertuda’, de Rossi, que estuvo a punto de quedar, por méritos propios, fuera del podio como le ocurrió en Catar.

A Márquez, que además de ganar reivindicó con su triunfo, su estrategia y su milimétrico cambio de moto el magnífico papel de todo su equipo, cuestionado tras el fallo protagonizado en Australia-2013, lo único que le preocupa ahora es seguir mejorando su moto. "Esta victoria es el premio que merecía mi equipo y todos, todos, los ingenieros de Honda por el duro trabajo que están haciendo desde que el primer día de test, el pasado 1 de febrero, descubrimos en Sepang que debíamos mejorar a marchas forzadas nuestras prestaciones", explicó el de Cervera.

AUSTIN, TERRITORIO MÁRQUEZ

Para el vencedor y nuevo líder del Mundial de la categoría ‘reina’, “la pretemporada ha sido durísima pues se ha acumulado todo: nuevo motor, nuevo chasis, nueva electrónica, que no es nuestra sino común a todos, nuevos neumáticos…y, sobre todo, falta de aceleración, de velocidad punta pues la Ducati nos saca en recta 12 y 13 km / h., lo que es ¡una barbaridad! para nosotros". Pero, eso sí, Márquez reconoció que ya vuelve a pilotar con la agresividad del 2014. "Tenemos una entrada y paso por curva fantástica". Así que, según el vencedor de Termas de Río Honda, "si sacamos de algún sitio, que lo haremos, seguro, un poquito más de velocidad, estaremos en el sitio adecuado".

Y esta semana, el Mundial se instala en Austin (Texas) donde se correr el Gran Premio de las Américas, una carrera que solo conoce un vencedor, Marc Márquez, ganador en el 2013 y 2014 (por delante de Pedrosa) y en el 2015 (por delante de Dovizioso).