Santiago de Compostela fue ayer el escenario de la puesta de largo de la Vuelta a España 2016, que tendrá como etapa reina, tal como valoraba Eusebio Unzué, director del Movistar Team, la del Aubisque, un lugar donde no se instalaba una meta ciclista desde el 2007. Pero la perla de la Vuelta estará en Castellón en el Mas de la Costa, una cuesta salvaje de 4 kilómetros con el asfalto arrugado, con zonas de cemento y rampas por encima del 21% que obligarán a retorcerse a los corredores el miércoles 7 de septiembre.

Las dos etapas que discurrirán por la provincia de Castellón despertaron gran expectación en la presentación de una nueva edición de la Vuelta que se celebrará del 20 de agosto al 11 de septiembre y en la que también tendrá un gran protagonismo el norte español, con seis de las 10 llegadas en alto, a través de Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, Euskadi y Navarra.

Con Nairo Quintana y Purito Rodríguez confirmados y la casi segura presencia de Vincenzo Nibali, por ahora, la Vuelta empezará a rodar desde un balneario de Ourense para acabar, como no, al lado mismo de La Cibeles de Madrid. Una carrera que vivirá los próximos meses pendiente de la decisión que tome Alberto Contador. ¿Será su último año en activo? Desde Lugano (Suiza), donde vive el corredor madrileño buena parte del año, ayer solo concretó dos cosas. “Este será el último año del conjunto Tinkoff, por lo que la Vuelta no está descartada, aunque con los Juegos Olímpicos de por medio habrá muy poco descanso después del Tour”. Y dos, que la etapa reina, llegada al Aubisque, tras la Pierre de Saint Martin y el Marie Blanque (día típico de Tour), le encantó.

Los Juegos de Río, precisamente, con un recorrido exigente que motiva a todas las grandes figuras, ha obligado a la organización de la Vuelta a restringir al máximo los largos traslados que marcaron la carrera el año pasado y que permitieron abordar la península ibérica de sur a norte, pasando entre otros lugares por Cataluña, que en el 2016 por razones orográficas queda al margen, mientras se recuperan subidas como la de los Lagos de Covadonga, El Naranco y Aitana.

La alcaldesa de la capital de la Plana, Amparo Marco, y el teniente de alcalde de Deportes, Enric Porcar, participaron en la presentación. Marco destacó que “la ciudad de Castellón se considera afortunada de ser aliada en una de las etapas de la Vuelta y desde el Gobierno Local vamos a ofrecer toda la colaboración para que la Vuelta sea un nuevo éxito”.

La alcaldesa incidió en que “la Vuelta es una oportunidad para dar a conocer todos los atractivos de la ciudad de Castellón, es una ventana para promocionar nuestros valores y la potencialidad de una ciudad que quiere hacer del turismo uno de sus grandes ejes económicos. Un objetivo que lograremos gracias a la colaboración entre instituciones”.

La presentación sirvió para que Marco y Porcar iniciasen los contactos con los organizadores, con el fin de dar toda la promoción posible a la ciudad.

También estuvo presente el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, acompañado por el diputado de Deportes, Luis Martínez, y el alcalde de Llucena, David Monferrer. Moliner recalcó que la Vuelta difundirá el patrimonio natural, histórico y cultural de la provincia a través de la marca Camins del Penyagolosa, que da nombre a la 17ª etapa de la Vuelta que se desarrollará el 7 de septiembre con la nomenclatura Castellón de la Plana-Llucena-Camins del Penyagolosa.

El presidente señaló que “los cuatro kilómetros de ascensión al Mas de la Costa en Llucena de la carrera serán la mejor plataforma para difundir las virtudes de un entorno natural único que tenemos a los pies del Penyagolosa y que define la cultura, el carácter y los orígenes de la provincia”. H