La Audiencia de Barcelona condenó a un año de prisión y multa de 815.000 euros al jugador del Barcelona Javier Mascherano por haber defraudado 1,5 millones de euros a Hacienda entre 2011 y 2012. En un breve juicio, el jugador reconoció la acusación y aceptó la pena, aunque sus abogados pidieron la sustitución de la privación de libertad por una multa de 21.600 euros. El fiscal no se opuso, pero sí el abogado de Estado, que representa a la Agencia Tributaria. El tribunal decidirá en los próximos días.

Mascherano cumplió con el guión previsto. Hace unos meses, sus abogados David Aineto y Diego Artacho, llegaron a un acuerdo con la fiscalía y la Abogacía del Estado para que el jugador, que ya ha pagado a Hacienda la deuda y los intereses, aceptara la pena ahora impuesta. El argentino solo tuvo que ratificarse y decir que sí a la pregunta del tribunal de si aceptaba la pena solicitada. El presidente de la sala, Jesús María Barrientos, dictó sentencia in voce, condenando al deportista. Nadie recurrirá y, por eso, el fallo es firme.

El letrado que representa a Mascherano argumentó su petición ante la falta de antecedentes penales, que el jugador ha pagado a la Agencia Tributaria el dinero que defraudó y que ha reconocido los hechos. El fiscal no se opuso, pero el abogado del Estado sí, porque, a su entender, la multa ofrecida es baja dados los ingresos del deportista.

La sustitución de la pena de prisión por una multa solo afecta a los antecedentes penales, pues lo habitual es que con una condena de un año de cárcel no se ingrese en un centro penitenciario. El problema para el futbolista argentino sería si fuera condenado por segunda vez, entonces sí ingresaría en la prisión.

Mascherano proclamó su “honradez” en un comunicado, culpando a sus antiguos asesores de los problemas con Hacienda y defendiendo que “durante toda mi carrera he sido una persona honesta y responsable”. H