Un escándalo de la violación ha sacudido el deporte griego y su onda expansiva recuerda al vivido en la selección de gimnasia de EEUU. La Fiscalía ha abierto este lunes una investigación de oficio y ha llamado a declarar a Sofía Bekatorou, medallista olímpica que denunció haber sido forzada por el vicepresidente de la federación griega de vela, Aristidis Adamopulos. Las redes se han llenado de mensajes con el hashtag #MeTinSophia (#YoConSofía), en las que otras deportistas han revelado los abusos sexuales sufridos.

Dos miembros de la junta federativa dimitieron para protestar con la reacción inicial de la entidad, que parecía culpar a Bekatorou por no denunciar antes, le exigía que diera nombres y calificaba la supuesta violación de "suceso desafortunado". Tras recibir las críticas, la federación pidió la dimisión de Adamopulos que ha dicho que no ejercerá sus funciones "hasta que el caso se resuelva".

Bekatorou, oro olímpico en Atenas-2004 y bronce en Pekín 2008, explica que Adamopulos abusó de ella en 1998, cuando tenía 21 años y se acababa de clasificar para los Juegos de Sídney.

La medallista olímpica ha dejado claro que no fue un hecho aislado, sino "parte de un problema crónico de abuso de poder", por lo que no presentará una denuncia individual sino que se sumará a una querella conjunta. De momento Mania Bikoff, Rabea Iatridou, Marina Psychogiou, Niki Bakoyianni ya han denunciado haber sido también víctimas cargos federativos.