La actualidad judicial del Barcelona continúa dando titulares. Al caso Neymar y la situación de Mascherano, quien parece haber renunciado a cambiar por una multa el año de prisión al que fue condenado por fraude fiscal el pasado 21 de enero, ahora al conjunto azulgrana se le abre otro frente en los tribunales.
El grupo Mediapro ha denunciado al expresidente del conjunto catalán, Sandro Rosell, por espionaje empresarial “sistemático, deliberado y organizado” producido entre 2009 y 2011, al haber tenido acceso al correo electrónico del presidente del grupo de comunicación, Jaume Roures.
La querella, que también se extiende al propio club, es por un delito continuado de revelación de secreto empresarial, un delito continuado contra la intimidad de Jaume Roures y un delito continuado de hurto agravado.
De hecho, según anunció ayer el propio Roures en rueda de prensa, las pruebas aportadas por Mediapro demuestran cómo Robert Cama, responsable de del departamento informático del grupo de comunicación hasta octubre del 2011, estuvo accediendo de forma deliberada y sistemática a los correos electrónicos recibidos y enviados por Jaume Roures, remitiendo la práctica totalidad de ellos a Sandro Rosell y Joan Carles Raventós, directo general de secciones del Barcelona.
“Cama pinchó mi correo para reenviar los mensajes a Rosell y Raventós. Fueron cientos de e-mails relacionados con la guerra del fútbol, nuestras negociaciones con una cervecera o una tabacalera, los contratos de renovación de Pep Guardiola o Tito Vilanova sobre los que nosotros asesorábamos, correos de Banc Sabadell, el bufete de abogados Garrigues, de Joan Laporta (expresidente azulgrana), Ferran Soriano, Marc Ingla (exvicepresidentes del club con Laporta) o Andreu Buenafuente”, relató un Roures que describió a Rossell como “un miserable”.
HORARIO COPERO // En lo meramente deportivo, la Federación Española ha fijado para el próximo miércoles a las 21.00 horas el segundo, e intrascendal, envite copero que enfrentará a Valencia y Barcelona. Tras el 7-0 de la idea el duelo de Mestalla se ha convertido en un mero trámite. H
