Con suspense, de forma agónica y en el último minuto, así ganó ayer el CD Castellón. Una victoria trabajada ante el Rayo Ibense (1-0), fraguada tras una primera mitad gris en un segundo acto en el que mejoró en sus prestaciones ofensivas, pero en un partido poco brillante. El gol de Charly Meseguer en el minuto 89 sirve para afianzar al equipo en la tercera posición, en la novena victoria en 10 partidos de la era Kiko Ramírez y que se convierte en la segunda mejor racha de la historia, ya que los orelluts encadenan en estos momentos ocho triunfos consecutivos.

La buena dinámica del equipo invitaba tanto al optimismo como a mantener el bloque que tan buen resultado le está dando a Kiko Ramírez. Apenas una variación en un once tipo que los habituales de Castalia se saben de memoria. Solo la entrada en el eje de la zaga de Guille Vázquez por Escudero fue la novedad.

En el primer acto le costó más de lo habitual al conjunto albinegro dominar el juego y mantener la posesión. El Rayo Ibense cortocircuitó muy bien la sala de máquinas, en la que Marenyà no encontró su sitio en el campo y apenas pudo intervenir.

Castells, siempre efectivo, mantenía al equipo a flote, pero las asociaciones brillaban por su ausencia, ya que también Meseguer estuvo muy vigilado y apenas una serie de escaramuzas por la izquierda, con Pruden y Jesús López como protagonistas, generaron algo de peligro.

MUY ESPESOS // Pero en ataque, en dicha primera mitad, el equipo estuvo gris, sin claras acciones de peligro, a excepción de una doble ocasión clarísima: Carrillo mandó un misil tras una falta indirecta que se estampó en el travesaño y cuyo rechace, con el meta visitante en el suelo, le cayó a Antonio Martínez, quien no esperó lo suficiente a que bajara el balón del cielo y su golpeo forzado se marchó por los aires.

Incluso puede decirse que fue el Rayo Ibense el que gozó de mejores ocasiones, ya que el meta Álvaro Campos realizó dos paradones antológicos, uno nada más iniciarse el partido a remate bocajarro de Navarro y otro cerca del descanso, tras tiro de Pina.

REACCIÓN OBLIGADA // En el segundo periodo mejoraron las prestaciones ofensivas albinegras, pero cierto es que la fluidez en el juego apenas existió. Los alicantinos tapaban muy bien las líneas de pase y al equipo le costó generar tanto fútbol como peligro desde la banda hacia el área.

Y eso que Kiko Ramírez movió sus piezas, introduciendo al recién llegado Carmona -buen debut-- y a Rubén Fonte --reaparecía tras lesión--, bajando al mediocentro a Charly Meseguer junto a Marenyà. Al mismo tiempo, Pruden pasó a la derecha y allí es donde el Castellón encontró su filón.De las botas del talentoso zurdo llegó la acción más bonita, mediada la segunda parte, cuando se sacó de la manga varios dribblings y un latigazo de fuera del área que abortó el meta Alentado. Poco después, otro centro de Pruden se saldó con un testarazo al larguero de Antonio. Ambas acciones y otro par de tiros desde fuera del área invitaban al optimismo, aunque el partido era gris.

El rival nunca le perdió la cara al choque, adelantando la defensa y queriendo jugar el balón. El Rayo Ibense es uno de los contrincantes con mejor propuesta y más trabajados que ha pasado por Castalia en los últimos años, y eso que se marchó de vacío.

Un desenlace, el del agónico triunfo, que llegó con una jugada marca de la casa. Antonio Martínez bajó un balón aéreo, la abrió para Pruden, quien se internó por la derecha tras sortear a dos rivales y pasó el esférico al corazón del área pequeña, donde Charly Meseguer --con la molestia de un defensa rival-- fusiló al meta visitante, otorgando un triunfo que en el minuto en el que se produjo, el 89, ya no se esperaba, pero que desató el júbilo en Castalia, donde la afición despidió a los futbolistas entre ovaciones. H