El Castellón asegurará el play-off si esta mañana el Orihuela no gana en su visita al Recambios Colón y el Villarreal C cae en Ontinyent por la tarde. La victoria en Buñol, que costó a pesar de que el 0-2 pueda indicar lo contrario, le deja en una privilegiada situación. El cuarto puesto está casi asegurado, reabriendo las opciones de pelear por un puesto mejor (liderato aparte). Pero, eso sí, el objetivo mínimo está virtualmente conseguido.

El triunfo volvió a poner el énfasis en un equipo que ya sabe cómo salir airoso de escenarios tan de Tercera División como el Beltrán Báguena (recuerden: un futbolín de solo 53 metros de anchura), teniendo en cuenta la victoria en Crevillente y el empate en Orriols, en las salidas precedentes. También la magnífica gestión de Kiko Ramírez, oxigenando su plantilla con vistas a las tres eliminatorias por el ascenso que ya están a la vista. Así, el tarraconense alineó de inicio a Ramos y Rida, sentó a Juanfran y dejó fuera a Dani Pujol o Juanfran. Lo que le debe preocupar ahora es ese problema permanente de los delanteros: Antonio lleva un mes fuera, Tariq solo jugó 45 minutos por un percance muscular y Saizar aún está lejos de volver.

HA ‘VUELTO’ // Si el estado de los delanteros le puede producir un dolor de cabeza. Meseguer se lo quita. El vila-realense, que ya es el que era, encargó el pasaporte para la fase de ascenso con otra actuación descomunal, precisamente en una tarde que no estaba para florituras. Charly abrió el marcador en el minuto 12 y asistió a Arturo en el 0-2 (min. 66). Con él en forma, todo es mucho más sencillo para el Castellón.

Esta vez, Ramírez no tiene ninguna queja de los suyos. Pidió oficio y los suyos le respondieron como tocaba, llevando a la práctica la lección teórica. Además, el relativamente madrugador 0-1 ya les hizo jugar a favor de corriente, algo a tener muy en cuenta en un campo de las peculiares condiciones del Beltrán Báguena.

El Castellón, preparado para defender cada balón parado como si fuera la más peligrosa de las escaramuzas, aguantó sin descomponerse las embestidas de los locales, que pelean por la permanencia. Meseguer tuvo un par más de ocasiones antes del descanso, al que se llegó con la lesión de Tariq y el consabido cambio de planes en el receso.

Lejos de afectar a sus compañeros, los orelluts rozaron el 0-2, primero en un trallazo al larguero de Arturo y, poco después, en otra oportunidad de Rida que murió en el palo. Meseguer se encontró con el meta local Kiko, preludio del segundo tanto. El vila-realense puso el balón en la cabeza del central, un gol con el que pudieron respirar ya tranquilos.

El Buñol lo intentó y tuvo sus ocasiones, capitaneado por Vicente Bosch (delantero cedido por los albinegros). Pero ni siquiera en los instantes finales, cuando Luismi fue expulsado (min. 86), puso en peligro una victoria que ya estaba a muy buen recaudo. H