"Hay que cambiar desde la cabeza. Porque cuando uno no está bien desde la cabeza, las piernas no responden. Hay que cambiar esta situación de mierda". Más contundente no ha podido ser Leo Messi, el capitán de Argentina. Abatido tras la dolorosa derrota ante Brasil (3-0) en la que su compañero en el Barça, Neymar, ha sido mucho más decisivo que él. "Teníamos un rival complicado, durísimo. Hasta el primer gol, todo era parejo", ha dicho Messi. "Después el segundo gol nos terminó de liquidar. No esperábamos este resultado", ha confesado la estrella argentina.

"Nos perdimos, nos desarmamos. Incluso, pudo haber sido peor. No pudimos reaccionar. Dejamos espacios y ellos te liquidan", ha precisado Messi continuando con su dura autocrítica hacia una Argentina más que decadente. No tuvo respuestas el equipo de Bauza a lo que le proponía Brasil.

"Hay que cambiar mucho, seguimos dependiendo de nosotros. Pero no podemos regalar más puntos", ha comentado el delantero del Barcelona implorando paciencia a los aficionados argentinos, justo ahora que ven a su selección fuera de los puestos que dan acceso al Mundial de Rusia.

Ni Messi puede arreglar el caos que vive ahora mismo Argentina, una selección sin identidad, incapaz de encontrar alternativas futbolísticas a su desplome. Va ahora mismo hacia el derrumbe definitivo. "Tenemos que estar todos unidos para salir de esta. Lo peor es que no estamos jugando bien, no saber a lo qué jugamos, nos desordenamos muy rápido. Tocamos fondo y seguimos teniendo vida. Nunca alcanza con un solo jugador"