El Barcelona consumó de manera contundente su semana de redención tras caer contra el Alavés y, después de castigar con dureza al Celtic en Champions, hizo lo propio con el Leganés en su visita a Butarque.

Los madrileños comenzaron fuertes, impidiendo que los catalanes tuvieran fluidez en su juego. Sin embargo, a los quince minutos Messi puso por delante a los azulgranas al aprovechar una asistencia de Suárez. A la media hora de juego, los culés volvieron a anotar, en esta ocasión Messi y Suárez se intercambiaron los papeles. El primero asistió y el segundo remató. Con el 0-2 en el marcador, los de Luis Enrique jugaron más cómodos y al filo del descanso anotaron el tercero, en esta ocasión fue Neymar quien batió a Serrantes, lo hizo tras una buena jugada combinativa con sus dos compañeros de ataque.

En la reanudación, los locales salieron voluntariosos en un partido ya sentenciado. Más los estuvo todavía cuando Messi transformó un claro penalti de Bustinza cometido sobre Neymar.

Tras el cuarto gol, el técnico del Barcelona apostó por hacer cambios pensando en el duelo del miércoles ante el Atlético y Denis y Arda ingresaron en el terreno de juego en sustitución de Iniesta y Rakitic respectivamente.

Poco antes del ecuador del segundo tiempo llegó el golazo de la tarde, obra de Rafinha que colocó el cuero en la escuadra.

Los blanquiazules no se vienieron a bajo pese al resultado e intentaron materilizar el gol del honor. Éste llegó a diez minutos de la conclusión de la contienda en un gran lanzamiento de falta ejecutado por Gabriel. Al final la pegada se impuso a la ilusión. H