Una de las virtudes que atesora Jonathan es su polivalencia. En el Villarreal le hemos visto jugar en cualquier posición del centro del campo --en el Barça llegó a actuar incluso de lateral derecho--, pero él no pierde la esperanza de recuperar su posición inicial en el eje de la medular. “Mi puesto natural es el de mediocentro; es donde más cómodo me encuentro, pero el míster es el que decide finalmente. Y bueno, ya veremos, pero realmente quiero jugar de mediocentro”, admite con su eterna sonrisa.

Más allá de su rol, el mexicano espera que este sea un gran año individual y colectivamente: “A nivel personal espero tener las mínimas lesiones posibles, jugar a mi máximo nivel y, si Dios quiere, en la Europa League llegar hasta el final y pelear por los puestos más altos en la Liga”.

Lo que sí ha tenido claro el jugador es que su presente y futuro eran amarillos: “Este verano fue el más tranquilo de todos, no estuve ni pendiente del teléfono. Tenía las ideas clarísimas, lástima la lesión pero bueno, ya estamos ahí”, concluía el 8. H