Antes o después, pero en la vida todo llega. Hacía más de medio año que el espíritu del running no se dejaba ver por las calles de la provincia. O al menos en formato de competición. Un tiempo demasiado corto para todo lo vivido: una pandemia inesperada, miles de muertos en el país y un confinamiento que jamás olvidará la llamada generación del coronavirus.

Desde entonces, atletas de competición o aficionados al atletismo tuvieron que salir a entrenar en determinadas franjas horarias o incluso cambiar su rutina por una serie de ejercicios en casa. Ayer, por fin, Vila-real volvió a acoger una prueba de competición con la organización de la I Milla de la Cerámica. Eso sí, las actividades cumplieron todas las medidas sanitarias y protocolos de seguridad marcados por la Conselleria de Sanidad en prevención del covid-19.

La primera Milla de la Cerámica arrancó a las 18 horas, con 10 categorías diferentes, y se cerró a las 19.30 horas con la prueba Élite, donde participaron atletas con buenas marcas a nivel nacional.

No en vano, estuvieron en la cita corredores como Abderrhaman El Khayami El Komiry, campeón de España de la Milla 2019; Rubén Monreal, tercer clasificado en el Campeonato de España sub-23 aire libre en 800 metros; Carlos Muñoz, campeón sub-23 en 3000 metros; Yurena Hueso, primera en el Campeonato de España sub-23 en pista cubierta 800 metros; o Alba Cebrián, segunda en el Nacional sub-20 al aire libre 1500 metros en 2019. Una cita de nivel para ser la primera tras el parón por el covid.