El Villarreal B disputará hoy en el Mini Estadi de la Ciutat Esportiva los 90 minutos más importantes de lo que llevamos de temporada. Solo repetir el 0-0 de la ida de esta primera eliminatoria por el ascenso a Segunda División A prolongaría media hora más la incertidumbre. Pero esa no es la idea de los de Paco López, que tendrán esta tarde (18.00 horas, TVCS Mediterráneo) el apoyo de más de 4.000 aficionados en las gradas de un Mini Estadi repleto y que se ha quedado pequeño ante la expectación que ha levantado el reto del regreso a la categoría de plata del fútbol español.

Cara a cara, el mejor local de la temporada, el filial amarillo, y el mejor visitante, una UD Logroñés que en estos días ha intentado pasar toda la presión al bando vila-realense. Carlos Pouso, su entrenador, no ha dudado en calificar al Villarreal B como el mejor equipo de esta fase de ascenso. “Pouso tiene experiencia y sabe pasar la presión al rival”, dice el técnico groguet, Paco López, que, por supuesto, comparte la opinión de su rival, aunque “hay que demostrarlo en el campo trabajando mejor que ellos”.

Los amarillos se presentan a la decisiva cita con la única baja de Javi Ramírez --sin contar a Shvets, fuera de la plantilla por una lesión de larga duración--, lo que permitirá a Paco López repetir el once que alineó en Las Gaunas. Más problemas tiene Pouso, que llega al partido con las dudas de Jacobo, Carlos Barreda, Titi y Chevi. Toda la plantilla de la UD Logroñés viajará a Vila-real.

RECUPERAR EL GOL // El principal examen para el Villarreal B será recuperar las eficacia ofensiva perdida en sus dos últimos encuentros, en los que los amarillos no pudieron ver puerta “más por méritos de los rivales que por errores nuestros”, puntualiza Paco López. “Estamos tranquilos, porque en el cómputo general en esos dos últimos partidos --el de la liga regular ante el Espanyol B y el del pasado domingo en Logroño-- hemos sido mejores y hemos tenido más ocasiones de marcar que los contrarios”. “Tenemos jugadores con mucha solvencia ofensiva”, añade el entrenador del filial, que repetirá con Fran Sol y Carlos Martínez, sus dos killers, en la punta del ataque.

La grada del Mini Estadi pondrá el plus en caso de necesidad. Lejos de suponer una excesiva presión para un equipo tan joven, “el campo lleno nos debe servir de estímulo y aportarnos una dosis extra de energía”, apunta el míster groguet, que espera ponerse a pensar en los posibles rivales tras el partido de hoy. H