La capital de la Plana vivió ayer una carrera singular en la que tras cruzar la meta se podía disfrutar de la magnífica vista de Castellón desde lo alto del Fadrí, uno de sus monumentos más característicos.

La primera edición de la Cronoescalada al Fadrí, organizada por el Ayuntamiento, se convirtió en una fiesta que hermanó deporte y tradición, alzándose en una manera perfecta de conocer el emblemático edificio del centro.

La prueba reunió a 137 participantes, que partieron desde el lateral del ayuntamiento para cubrir 60 metros en curva hasta la entrada al Fadrí y acometer, a continuación, los 189 escalones. Una ascensión que se realizó en grupos de 25 atletas que aguardaban en la cúspide el momento de realizar la bajada, ya sin luchas contra el cronómetro.

Los primeros en inscribir su nombre en el palmarés de esta original competición fueron tres mediofondistas del Playas de Castellón, que coparon el podio. El vila-realense Ayoub Chaabi fue el más rápido, al completar la subida en 58 vertiginosos segundos, y le siguieron sus compañeros Mosta Sahaoui, con 59 segundos, y Víctor Ruiz, con un minuto, al igual que Guillermo Albert.

La mujer más rápida fue Inés Calduch (1:26), mientras que en categoría escolar, de 12 a 16 años, vencieron Alexis Guillamon (1:16) y Laia Mateu, (1:31).

Los 25 primeros recibieron vales de compra para el Mercat Central, y el ganador y la ganadora, su peso en cacahuetes. H