El Atlético de Simeone repite equipo para la nueva temporada, condicionado por la sanción de la FIFA que le prohíbe inscribir fichajes este verano y a la espera en enero de Vitolo, y quizá Diego Costa, pero con la misma ambición en el inminente estreno de su estadio. Su meta primordial, los tres primeros puestos de la Liga, de los que no se ha movido al término de ninguno de los últimos cinco años, y el anhelo de conquistar por fin la Champions, con dos finales y una semifinal en las últimas cuatro ediciones, son irrenunciables en el equipo, de mudanza desde el Calderón, su casa en los últimos 50 años, al Wanda Metropolitano.

Y sin refuerzos hasta enero. Una limitación, confirmada el 1 de junio por el Tribunal de Arbitraje Deportivo, a la que el Atlético ha respondido desde dos frentes: la permanencia de toda su base del último curso, incluido Griezmann, y dos fichajes prioritarios para inscribir en invierno, Vitolo y Diego Costa. El centrocampista, previo paso por Las Palmas hasta enero, después del depósito de su cláusula de rescisión de 35,7 millones de euros para su desvinculación del Sevilla.